Sabemos que los desfiles del Orgullo ocurren en junio y julio debido al Día del Orgullo LGBT. Lo que mucha gente no sabe es por qué se celebra la fecha este sábado 28 de junio. Creo que es importante aprovechar para recordar los motivos que nos llevan a celebrarlo y utilizarlo como base para realizar el desfile LGBT más grande del mundo.
La ubicación es Nueva York y el año 1969. En el bar Stonewall era común encontrar lesbianas, gays, drag queens y travestis, pues el local tenía un gran atractivo: permitía bailar a parejas del mismo sexo sin problemas. Evidentemente, como todos los demás bares “amigables” de la ciudad, era objeto de recurrentes redadas policiales, siempre con alguna excusa burocrática. Era común que los agentes de policía cerraran estos bares durante las redadas. Curiosamente (o no tan curiosamente), era común que los agentes de policía arrestaran a hombres y mujeres travestidos. El 28 de ese año se produjo otra redada en Stonewall, sin embargo, la reacción del público fue diferente.
Cuando vieron que los travestis estaban siendo arrestados injustamente, otras personas decidieron solidarizarse y comenzaron una verdadera guerra declarada con la policía, muchos gritos, muchas peleas, un ambiente tenso. En el interior del propio bar, la policía se refugió para intentar defenderse de la reacción de lesbianas, gays y público en general que se encontraba allí. Se solicitó refuerzo policial para contener tal conmoción. Mientras tanto, piedras, botellas, ladrillos y hasta fuego en botes de basura fueron utilizados como forma de protesta.
Al día siguiente, la policía regresó al bar con más refuerzos, pero no esperaban encontrar un grupo de personas mucho más organizadas y comprometidas con una visión política de la situación. Se produjeron nuevos ataques, gritos y graffitis pidiendo igualdad de derechos conformaron el escenario histórico. Al tercer día todo parecía haber vuelto a la normalidad, se reabrió el bar y la clientela volvió a su espacio habitual. Comenzó una nueva era, donde era necesario gritar por tus derechos y exigirlos, en lugar de esperar a que se produjeran cambios con el tiempo.
Han pasado casi cuarenta años y muchas cosas han cambiado. Lamentablemente, la agresión policial contra los homosexuales sigue siendo noticia en los periódicos. Pero, sin querer caer en falsos optimismos, es saludable recordar también que hemos logrado algunos avances en nuestros derechos y ciudadanía. En muchos estados brasileños ya se aprobó la ley para combatir la homofobia, muchos organismos ya ofrecen la extensión de los beneficios a las parejas del mismo sexo, el Día del Orgullo es reconocido en todo el mundo, el matrimonio entre personas del mismo sexo ya es una realidad en varios países. Estamos avanzando.
Mientras necesitemos gritar para obtener los derechos que son básicos para cualquier persona, necesitaremos un día propio y por eso el 28 de junio es importante. Podemos y debemos movernos libremente por cualquier lugar siendo quienes somos, así que aprovecha el sábado para lucirte, salir del armario, besar a tu novia en el cine y caminar de la mano por la calle. Estemos orgullosos de quienes somos.
