El pasado fin de semana se celebró la final de la LiGay en São Paulo. LiGay es un torneo de fútbol en el que sólo pueden participar equipos abiertamente homosexuales. El torneo se llena de rosa, muchas plumas y purpurina, y también llaman la atención los nombres de los equipos (Manotauros, Sereyos, Barbies o Bharbixas).
Erick Adance, quien es jugador de uno de los equipos y también es organizador de la liga, dijo: “LiGay es una liga que crearon equipos LGBT para tener un espacio donde poder practicar deporte sin miedo a sufrir homofobia y prejuicios”.
La reciente elección de Jair Bolsonaro, conocido por sus declaraciones homofóbicas, como presidente de Brasil no asustó a los participantes del torneo. Jonathan Nascimento, jugador que jugó en varios equipos de fútbol seguidos donde sintió prejuicios y ahora juega en uno de los equipos de la LiGay, dice: “No será ningún Bolsonaro ni ningún 'bolsominion' el que me amenace o me quite la alegría. Ni para mí ni para nadie más aquí. Somos resistencia”.
Los organizadores creen que en 2019 el número de equipos crecerá y también podrán llegar a zonas de Brasil donde aún no han llegado.
