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Abogado explica qué cambia con la aprobación del STF de las uniones entre personas del mismo sexo

Hace menos de un mes, la columna legal del sitio web una capa dio un panorama de los principales avances en materia de derechos LGBT en Brasil. Después de este breve tiempo, la columna retrata la decisión unánime e histórica del STF sobre el tratamiento legal dado a las uniones entre personas del mismo sexo, lo que implica un gran progreso para la sociedad y trae consigo cambios significativos.

Algunos medios de comunicación han informado que en Brasil el matrimonio gay. Hay que tomárselo con calma, ya que el avance, aunque significativo, no implica este tipo de afirmaciones. El matrimonio homosexual aún no está aceptado, pero será el siguiente paso.

Lo que se discutió en la Corte Suprema fue el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo como entidades familiares. Es decir, ahora son reconocidos como familia –base de la sociedad– y por ello merecen una protección especial del Estado, y la ley debe facilitar su conversión en matrimonio.

Por lo tanto, aún dependemos del Poder Legislativo para ejercer sus funciones, regulando los medios por los cuales se facilitarán las uniones estables en el matrimonio. Es oportuno resaltar cuál es el entendimiento, para efectos jurídicos, de unión entre personas del mismo sexo. Según el relator, ministro Carlos Ayres Britto, estas relaciones se caracterizan por su perdurabilidad, conocimiento público (no clandestino, por tanto) y continuidad, además del propósito o verdadero deseo de formar una familia. Por lo tanto, si tales relaciones siguen caracterizándose, el Estado debe brindarles una protección especial, entendiéndolas ahora como entidades familiares y ya no como una mera sociedad de facto.

Siempre he creído –y sigo fiel a ese pensamiento– que las 60 mil parejas homosexuales, identificadas por el Censo de 2010, no son minorías sino, más bien, marginadas. Durante mucho tiempo se les negó una serie de derechos a los homosexuales por el simple hecho de vivir a su manera, viviendo en una familia que el Estado, hasta entonces, no reconocía. Y fue así, con el rostro al descubierto, que hoy miles de marginados celebran los grandes avances del país.

Ahora bien, al igual que en las uniones estables heterosexuales, salvo contrato escrito entre los socios, el régimen de comunidad parcial de bienes se aplicará a las uniones entre personas del mismo sexo, en su caso. Está por ver si estas uniones pueden convertirse en matrimonio, previa solicitud de los cónyuges al juez de familia y, así, inscribirlo en el registro civil, como ocurre en las relaciones heterosexuales.

Con la decisión del STF, a las parejas homosexuales se les amplían los derechos de herencia, adopción de menores, inembargabilidad de los bienes familiares, pensión alimenticia, inscripción de la pareja en los planes de salud, odontología y Seguridad Social y división de bienes en casos de separación. También podrán autorizar cirugías de riesgo y solicitar una visa permanente al socio extranjero. Estos son los principales de 112 derechos que hasta entonces no estaban reconocidos y extendidos a las uniones entre personas del mismo sexo, sino sólo a las parejas heterosexuales.

Creo que la decisión no sólo reflejó la lucha histórica del segmento LGBT, sino que fue la realización misma de una Justicia donde ganó la ciudadanía.

Finalmente, el STF invitó al Poder Legislativo a exponerse, legislando la materia. En particular, invito a todos los lectores a VOTAR CONSCIENTEMENTE, ya que es el arma para defender sus derechos en esta sociedad cada día más justa y solidaria.

Los pensamientos de los líderes religiosos son manifestaciones homofóbicas y debemos recordar que quienes juzgan tampoco tendrán reservado un lugar divino, ya que Dios es, ante todo, compasión y amor.

Fue a través del grito y la muerte de innumerables activistas que a partir de ahora se concedió más que un proyecto de vida, sino un proyecto de felicidad.
Como bien destacó la Ministra Ellen Gracie en su votación, la decisión no se tomó para personas distantes y desconocidas, las oportunidades de felicidad se ampliaron para nuestros vecinos, familiares, compañeros de trabajo y muchos otros.
 
Por logros como estos y muchos otros que están por llegar, no se debe silenciar la voz de estas personas, que anhelan la felicidad de cualquier forma y que aman intensamente, sin límites ni pudor.

Ahora bien, cualquier forma de amar es genial.

¡Fuerte abrazo!

* Jeferson Gonzaga es abogado, registrado en la OAB/SP 307.936. Trabaja en investigaciones y procesos enfocados en los derechos de personas del mismo sexo.
MSN:
drjeferson@live.com.

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