Muchos rumanos no asistieron al referéndum del día 07, que quería acabar con el matrimonio homosexual en el país. Sólo votó el 20,41% de los electores y para alcanzar un número válido, el referéndum necesitaba una participación del 30%.
Hoy se anunciarán los resultados del polémico referéndum, pero los partidarios que apoyaron este absurdo han reconocido su derrota.
"Es un fracaso para los rumanos y para Rumanía", declaró el secretario general de los socialdemócratas (PSD), Codrin Stefanescu, que denunció el "boicot a un proceso cívico".
Este referéndum surgió por iniciativa de ONG vinculadas a la Iglesia Ortodoxa que afirmaban defender la “Coalición por la Familia”.
"No hemos logrado nuestro objetivo, lo lograremos la próxima vez", afirmó el presidente de esta coalición, Mihai Gheorghiu.
Muchas comunidades se unieron contra este acto, además de la comunidad LGBT, la asociación Accept, que defiende los derechos de las minorías sexuales, celebró el resultado.
"Deberíamos dar a todos la opción de casarse o no, sin tener en cuenta la orientación sexual", dijo a la AFP Ileana Popescu, jubilada, tras asistir a una misa dominical en Bucarest.