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Argentina: un ejemplo de ciudadanía plena


 

Luego de 14 horas de debate, el matrimonio entre personas del mismo sexo fue aprobado en Argentina en la madrugada del 15 de julio de 2010, con 33 votos a favor, 27 votos en contra y tres abstenciones. Un cambio de redacción tan pequeño, con tanto significado para la igualdad de derechos. La reforma sustituye las palabras "hombre y mujer" en la versión actual de la legislación por "cónyuges", permitiendo así que las parejas del mismo sexo también se casen.
 
Felicitaciones a la querida aliada Cristina Kirchner y su gobierno, a la Cámara de Diputados, al Senado, a los activistas LGBT y a todo el pueblo argentino. Esta aprobación es un gesto de civilidad.
 
Argentina se está convirtiendo, sin duda, en un país con más igualdad e inclusión. Todos salen victoriosos gracias a la histórica decisión. Después de todo, este derecho se ha vuelto universal.
 
Ustedes, hermanos y hermanas, deberían estar orgullosos de este logro. Eres el primer país en reconocer la igualdad de derechos humanos de las personas LGBT en nuestra región, donde todavía hay mucho machismo y homofobia. Y son los décimos en el mundo que avanzan en esta garantía. Ahora estás junto a Sudáfrica, Bélgica, Canadá, España, Holanda, Islandia, Noruega, Portugal, Suecia y Suiza. ¡Estate orgulloso!
 
Fue el mayor debate en la sociedad argentina desde la aprobación de la ley de divorcio en 1987.
 
Del lado de los argumentos en contra -muchos de ellos irracionales, ilógicos, retrógrados, conservadores y fundamentalistas- decían que somos infértiles, hijos del diablo, desviados, antinaturales, pervertidos, abominables, un proyecto del diablo, que queríamos destruir la familia tradicional e implementar la filosofía de Sodoma y Gomorra; sería el apocalipsis, un "riesgo para el futuro del país", pondríamos fin a la perpetuación de la especie... Como lo resumió la presidenta Cristina Kirchner, "el discurso de la iglesia recuerda los tiempos de la inquisición y las cruzadas".
 
Además, no nos regodearemos con los perdedores. Después de todo, ¿quién de ellos se atreve todavía a decir que la tierra es cuadrada o que los negros no tienen alma? También cambiarán lentamente, quizás en unos 500 años.
 
Ganó el discurso racional, lógico y sólido, la honestidad intelectual y la libertad de conciencia, demostrando que esta ley es un instrumento más en la lucha contra la discriminación. Ganaron el Estado laico y la laicidad del código civil.
 
Un dato importante es que a pesar de ser una iniciativa de dos parlamentarias de izquierda, Silvia Augsburger y Vilma Ibarra, parlamentarios de todas las tendencias ideológicas y partidistas votaron y se mostraron a favor del proyecto.
 
Por el bien de la historia, aquí algunos de los argumentos a favor presentados por parlamentarios actuales y de oposición:
 
Al respaldar el cambio, el líder del bloque opositor radical, Gerardo Morales, afirmó que "ha llegado el momento de sancionar normas que se adapten a nuevos modelos de vínculo familiar" y recordó la existencia de "modelos familiares diferentes (a los) que teníamos". Hace 30 o 40 años". Según él, a pesar de las controversias y disputas, "el debate cultural ganó" en el país, dada la participación de la sociedad en la discusión.
 
El senador socialista Rubén Giustiniani, que votó a favor de la ley, dijo que el perfil de la sociedad argentina había cambiado y por eso era momento de aprobar el texto. Según él, datos oficiales indican que el 59% de las familias argentinas ya no cumplen con el perfil tradicional de padre, madre e hijos. Sino de madres solteras, parejas separadas y parejas homosexuales.
 
"Hoy es un día histórico. Por primera vez en Argentina estamos legislando para las minorías", dijo el senador Miguel Pichetto, líder del bloque gubernamental, y agregó que "aquí ya no habrá matrimonios entre personas del mismo sexo sólo porque aprobamos esta ley". El objetivo de esta norma es eliminar la discriminación".
 
La senadora Victoria Blanca Osuna sostuvo: "los temas que están en juego en este proyecto no son religiosos ni morales. Nos preguntamos la responsabilidad de la democracia hacia las minorías discriminadas".
 
En palabras del senador Eduardo Torres, "la única diferencia entre gays y heterosexuales es que tienen menos derechos en la sociedad argentina. No podemos aceptar la discriminación que se da en varios sectores de la sociedad".
 
El senador Luis Juez, del opositor Frente Cívico, optó por apoyar al gobierno porque, incluso como cristiano, entiende que "ni siquiera en la Biblia hay un párrafo donde Cristo estuviera contra los homosexuales". Recordó que el código civil es "una institución laica, en un país laico. El Estado argentino empezó a reconocer el cambio social, y lo proyectó jurídicamente".
 
La senadora María Eugenia Estenssoro, de la opositora Coalición Cívica, sostuvo que el proyecto es "necesario" para parejas del mismo sexo. "Esta ley permitirá a los homosexuales hablar públicamente de sus relaciones".

Ciertamente, la comunidad LGBT brasileña tiene “una cierta envidia del arcoíris”. Aquí somos menos audaces, sólo pedimos una unión estable, y aun así tenemos las mayores dificultades con los fundamentalistas religiosos. Analicemos y discutamos esta nueva situación.
 
No nos rendiremos. Inspirémonos en Argentina. Has superado una etapa muy importante, ahora sé feliz y sigue luchando por cambiar la cultura. Cambiar las leyes no significa cambiar la cultura.
 
Para quienes no eran esclavos, la liberación de la esclavitud fue un hecho histórico relevante. Pero para los que eran esclavos, fue lo mejor que les pasó. De la misma manera para nosotros las personas LGBT, la aprobación del Matrimonio Civil es la abolición de una de las tantas discriminaciones impuestas a nuestra comunidad.
 
En Brasil, al menos 78 derechos civiles garantizados expresamente a los heterosexuales en la legislación brasileña se niegan a los homosexuales. Para ello, existe la posibilidad de que aquí también llegue la unión civil, a partir de una decisión del Supremo Tribunal Federal, que debe examinar la Demanda de Incumplimiento del Precepto Fundamental nº 132-RJ y la Acción Directa de Inconstitucionalidad nº. 4277, en el que se sostiene que negar el derecho a la unión a personas del mismo sexo viola principios constitucionales de igualdad. En esto ya contamos con el apoyo del presidente Lula y del Ministerio Público.
 
Es absurdo que a estas alturas de la historia nuestra sociedad todavía esté discutiendo si universalizar o no los derechos. Pero, a pesar del poder de los grupos religiosos fundamentalistas que se oponen al cambio, tarde o temprano la ley también será aprobada en Brasil, garantizando la dignidad y combatiendo la discriminación.
 
Como dijo el Presidente Lula en la inauguración de la 1ª Conferencia Nacional LGBT: "Nadie te pregunta cuándo vas a pagar el Impuesto sobre la Renta, nadie te pregunta cuándo vas a pagar algún impuesto en este país. ¿Por qué discriminar cuando, libremente, elige ¿Qué quieres hacer con tu cuerpo?" 
 
La querida aliada Presidenta Cristina Kirchner lo resumió todo, estamos contentos y satisfechos con la victoria.
 
Esta victoria cambió el mapa de la región, como se muestra en la imagen que abre este artículo.
 
Amores iguales, derechos iguales, ni menos, ni más. Que vivas la ciudadanía plena, sin discriminación de ningún tipo. Que viva Argentina y que siga siendo un ejemplo para el mundo de cómo se debe tratar a las personas LGBT.
 
* Toni Reis vive con su marido desde hace 20 años. Es especialista en sexualidad humana, máster en ética y sexualidad, doctorando en educación, presidente de la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis y Transexuales y director de la Asociación

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