Título: Activistas LGBTQ+ organizan protestas generalizadas contra la apertura de Chick-fil-A en Nueva York
Activistas de derechos LGBTQ+ protestaron contra la apertura de una nueva cadena de comida rápida Chick-fil-A en la ciudad de Nueva York, EE. UU., debido a las políticas discriminatorias de la empresa. Chick-fil-A, conocida por sus creencias religiosas conservadoras, tiene un historial de realizar contribuciones financieras a grupos anti-LGBTQ+.
Los activistas se manifestaron frente a la tienda el domingo, día en que la cadena de comida rápida suele cerrar como parte de su política corporativa inspirada en las creencias cristianas. Con las protestas, los activistas buscaron llamar la atención sobre las prácticas anti-LGBTQ+ de la cadena y presionar a los clientes para que reconsideraran su apoyo a la empresa.
Los manifestantes ocuparon las calles cercanas a la tienda, con pancartas y carteles que expresaban su descontento con la postura de la empresa a favor de las organizaciones que promueven o apoyan la terapia de conversión, una práctica condenada por la mayoría de las organizaciones de salud mental.
Con la expansión de Chick-fil-A a la ciudad de Nueva York, un lugar conocido por su amplio apoyo a la comunidad LGBTQ+, activistas y ciudadanos comunes están luchando para garantizar que la ciudad mantenga sus valores de inclusión y diversidad.
Chick-fil-A, sin embargo, sostiene que permanecerán abiertos a pesar de las protestas, tal y como indica su plan de negocio quinquenal. Esto incluye la apertura de hasta 12 ubicaciones en el gran Nueva York, así como una expansión continua en todo el país.
Ante esta información, se anima a los clientes de Nueva York a tomar decisiones informadas sobre dónde gastan su dinero. En una ciudad que acoge a todos, sin importar su género o identidad sexual, existen muchas opciones de restaurantes y cadenas de comida rápida que apoyan y defienden la igualdad de derechos para todos.
Mientras Chick-fil-A busca establecerse en Nueva York, está claro que los valores de la ciudad siguen siendo una barrera para las empresas que no se adhieren a prácticas inclusivas y equitativas. Cómo continuará desarrollándose esta situación es una pregunta abierta, pero el compromiso de la ciudad con la igualdad y la diversidad parece estar claro.
