El cartel muestra un bebé recién nacido. Inmediatamente, nuestra mirada se dirige a la pulsera colocada en la frágil muñeca del niño que, en lugar de cualquier nombre, lleva la palabra “homosexual”. A continuación leemos la frase: “La orientación sexual no es una elección”. La foto forma parte de una de las campañas más lúcidas jamás llevadas a cabo en Italia, que viene provocando malestar entre los más conservadores.
Promovida por el Ministerio de Igualdad de Oportunidades de Toscana, con el apoyo de la ONG Arcigay, la campaña, compuesta también por anuncios de televisión, vallas publicitarias y postales que se distribuirán en los espacios públicos de todo el país, es un intento de promover la sexualidad y luchar contra las homofobia. La misma foto fue utilizada a principios de este año por la fundación canadiense Emergence en el Día Mundial de Lucha contra la Homofobia, patrocinado por el gobierno de Quebec, el Ministerio de Salud de Canadá y la ciudad de Montreal.
“Se trata de una campaña honesta, que respeta la intimidad y el buen gusto”, afirma Agostino Fragai, asesor para los derechos de los ciudadanos en Toscana. "Lo que intentamos decir es que la homosexualidad no puede considerarse una adicción, sino sólo una de las muchas expresiones de la personalidad de un individuo".
En el sitio web de Arcigay, el presidente de la asociación, Aurelio Mancuso, dice que la nueva campaña se adelanta a cualquier otra acción de defensa de la comunidad GLBT y, principalmente, de cualquier ciudadano. "La lucha contra la homofobia es superar barreras ideológicas inalcanzables y es una señal de una sociedad más justa y pacífica", escribe.
La campaña también forma parte del “Festival della Creatività” (Festival de la Creatividad), un evento contra la discriminación sexual que se celebrará en Florencia, capital de la región, los días 26 y 27 de octubre.
Mientras tanto, algunos partidos de derecha italianos, como la Unión de los Demócratas Cristianos, representada por Luca Volonté, han calificado la campaña de “horrible” y “vergonzosa” y piden que se retire de la circulación.
La región de Toscana fue la primera en Italia en aprobar una ley, en 2004, contra la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género.
