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Carnaval gay de Río comienza con fiesta tribal

Fue con ritmo tribal –y no de samba– que muchos cariocas, extranjeros y turistas de otras partes del país inauguraron el carnaval de 2009 en la Ciudad Maravillosa. Todo esto gracias a la fiesta Máxima, que tuvo lugar en el barrio de Leblon, en la discoteca Monte Virgínia, con una vista impresionante de la Lagoa Rodrigo de Freitas y el Cristo Redentor. La fiesta, inicialmente prevista para las 23 horas, se retrasó una hora. En la puerta empezó a formarse una pequeña multitud. El público, en su mayoría hombres, era muy ecléctico, a pesar del predominio de hombres en forma (y pseudos) que vestían el uniforme de jeans + camisa ajustada. Había unos cuantos valientes disfrazados, como una chica que era flapper y otra –no pretendo hacer ningún juego de palabras– que era “diabetes”. La entrada al evento fue un poco lenta, pero no causó mucha confusión. El set inaugural estuvo a cargo del DJ Rafael Calvente. La fiesta empezó a ir fuerte incluso después de la 1 de la madrugada.

Las fiestas electrónicas atrajeron al lugar a unas dos mil personas. El primer lote de entradas, vendido veinte días antes a R$ 55, se agotó rápidamente, pero los que llegaron tarde aún podían comprar sus entradas, fácilmente, a la hora de la fiesta por un precio ligeramente superior (R$ 75). Al evento acudió numerosa prensa, entre ellos periodistas de varios países de América del Sur y una televisora ​​uruguaya.

Alrededor de las 2:20 am, la DJ Ana Paula se hizo cargo del set, enloqueciendo al público. Su entrada, junto con sus canciones, que duraron alrededor de dos horas, fueron el plato fuerte de la fiesta. "Sensacional. Es realmente genial estar de vuelta en el carnaval de Río, estuve dos años y volver a una fiesta como esta fue genial", dijo el veterano DJ.

Para animar aún más el ambiente, los gogo boys y gogo girl vestidos con trajes futuristas subieron al escenario para bailar y emocionar al público. Los quesos, anteriormente ocupados por latas de cerveza, vieron su espacio original rescatado por los bailarines. En la zona VIP se respira mucha tranquilidad. Entre las celebridades de Río se encontraba la cantante de funk Lacraia. "Vengo a todas las Máximas. La fiesta es maravillosa, está llena, gente guapa y caliente. También estoy enamorada del DJ Rafael Calvente", se derritió la musa del MC Serginho.

Aunque era un DJ de renombre, el set del neoyorquino Héctor Fonseca no entusiasmó tanto al público. El joven ingresó alrededor de las 4:20 am, permaneciendo hasta el final de la fiesta, alrededor de las 7 am. A pesar de las catastróficas predicciones de un periódico de Río, debido a que las entradas se agotaron, la fiesta se desarrolló con calma y sin incidentes. La organización fue impecable y muy atenta. Simplemente un lujo. Quiero decir, ¡el mejor!

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