Los carteles que mostraban a un presunto bebé homosexual causaron controversia en la región italiana de Toscana.
La pieza forma parte de una campaña contra la discriminación por orientación sexual y muestra a un bebé recién nacido con una cinta identificativa en el brazo que dice: “La homosexualidad no es una elección y por lo tanto no debe ser condenada, marginada y no perseguida”.
Listo. Éste era el fuego necesario para reavivar la llama conservadora en Italia. Políticos reaccionarios y movimientos de derecha atacaron la campaña. Para el diputado Lucio Volonte la publicidad no es más que “explotación”.
“Utilizar a niños recién nacidos para afirmar que las tendencias homosexuales son genéticas es un acto vergonzoso”, afirmó el parlamentario.