En medio de la fuerte lluvia que cayó en Río de Janeiro el sábado pasado, muchos fueron al centro de la ciudad para visitar y festejar en la sucursal carioca de la discoteca The Week. Todos los clientes, al llegar, ya fuera en coche, taxi o a pie, eran recibidos por enormes paraguas que les protegían hasta la puerta. Bien, ¿no?
La estructura es única: bien decorada, lujosa y espaciosa. La iluminación y el sonido, por tanto, ni siquiera se mencionan. Pantallas de plasma adosadas como componentes de la estructura, cool bares y una amplia zona VIP, con barra y baño exclusivos, son sólo algunos de los obsequios que se brindan a los clientes.
DJ Patricinha Tribal tocó por primera vez en la sucursal de Río. No pesaba mucho y se abría de forma digna, agradable y receptiva. Salió de la pista de baile listo para que el DJ Felipe Lira tomara el relevo. ¡Y lo mató! Tribal tras tribal, Felipe lanzó viejos éxitos que ya no sonaban, mezclados con cosas más nuevas. Alrededor de las 6 de la mañana tomó el relevo Robix, quien dirigió la fiesta hasta las 9 de la mañana.
Mucha gente hermosa y animada y un eje Río-SP que recordaba las fiestas de la época del Desfile. ¡Y también mucha gente heterosexual! Sí, van a disfrutar de la noche en casa por la curiosidad de este nuevo estándar de fiesta que llegó a Río de Janeiro.
La Ciudad Maravillosa nunca fue precaria en lo que respecta a la noche. Sin embargo, ahora se ha establecido en la ciudad un nuevo estándar de vida nocturna, fiestas y clientes.
Quién sabe, tal vez la escena dé un giro a mejor y viva una nueva era. Después de todo, si los competidores no se entusiasman, no habrá otro gran nombre en escena aparte de The Week Rio.
*Colaboración especial para la web A Capa
