"Los niños criados por padres del mismo sexo tienden a ser más sanos que los criados por parejas heterosexuales". Eso es lo que dice un nuevo estudio de la Universidad de Melbourne, Australia, que evaluó a 315 padres homosexuales o madres lesbianas y más de 500 niños.
El resultado mostró que, en términos de "salud general" y "cohesión familiar", los niños criados por más gays o lesbianas obtienen aproximadamente un 6% más que la población general australiana.
El investigador Simón Crouch afirmó que los niños evaluados obtuvieron puntuaciones más altas porque es más probable que sus padres compartan roles y responsabilidades por igual, además de llevarlos a la guardería o mantener el hogar.
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"Esto parece contribuir a una vida familiar más armoniosa y a un impacto positivo en la salud del niño", afirmó Simon, quien también afirmó que el estigma social puede tener un impacto en el bienestar social.
Las investigaciones muestran que, contrariamente a lo que se viene informando desde hace tiempo, los padres LGBT no son una amenaza para los niños. Al contrario. Para quienes tienen ganas de maternidad o paternidad, pueden ser la gran solución.
