Las personas LGBT+ suelen enfrentarse a desafíos únicos y específicos relacionados con la salud de la piel. Algunos de estos desafíos son un resultado directo tanto de las prácticas de cuidado personal utilizadas por la comunidad LGBT+ como de los prejuicios y el estrés que enfrenta en esta sociedad heteronormativa.
Los expertos enfatizan que los desafíos de salud de la piel que enfrentan las personas LGBT+ pueden variar. Por ejemplo, las personas que se someten a terapia hormonal como parte de su transición de género pueden experimentar acné, cambios en el vello corporal y otros problemas de la piel. La depilación regular, que suelen practicar las personas LGBT+, también puede provocar irritación de la piel y vellos encarnados.
Otra cuestión importante es el hecho de que muchas personas LGBT+ pueden enfrentarse a una gran cantidad de estrés y ansiedad debido a la discriminación que enfrentan, lo que resulta en afecciones cutáneas inducidas por el estrés, como la psoriasis y el eccema.
