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Aspectos destacados del GLS: ¿Cómo organizar una protesta?

¿Qué podemos aprender del fiasco de la manifestación contra la muerte de homosexuales por parte del "arcoiris maníaco", que reunió apenas media docena de gatos en el Parque do Paturis, en Carapicuíba, en las afueras del Gran São Paulo? ¿Los grupos que defendemos nuestros derechos saben cómo organizar una protesta? ¿O los gays han dejado de creer en la militancia o simplemente están alienados? La búsqueda de estas respuestas abrió la temporada 2009 de feroces discusiones en foros LGBT, luego de que A Capa (que cubrió la protesta) publicitara el fracaso del acto político, generando una ola de comentarios y repercusiones en los medios gay.

Desde 1994, he cubierto como reportero decenas de protestas callejeras, algunas de las cuales incluso implicaron enfrentamientos violentos con la policía. Ya me he infiltrado en partidos radicales, inspirados en la ideología comunista, que siempre han visto una manifestación como una operación de guerra, con estrategias bien definidas para ocupar espacios e incluso instinto de peligro, como definir quién se enfrentará a escudos y porras policiales para rendir. las imágenes más impactantes para diarios y TV y, así, dar más visibilidad a la causa y propiciar el cambio. A continuación se presentan algunos puntos que aprendí durante este período sobre el arte de movilizar multitudes y llevar una bandera hasta sus últimas consecuencias.

1- Momento adecuado, lugar adecuado: averigüe el día y la hora que atraerá a la mayor cantidad de personas, hable con su público objetivo con anticipación, investigue las facilidades de acceso y transporte, brinde opciones de viaje en un folleto o correo electrónico, mapas. Consulta la previsión meteorológica para el día. Busque tiempos intermedios (ni demasiado temprano ni demasiado tarde). Pregunte, por ejemplo, si un noticiero de televisión tendría tiempo y condiciones suficientes para cubrir y editar imágenes de su evento. Si busca presencia en los medios, tenga en cuenta que las redacciones funcionan por turnos los fines de semana, lo que significa que hay menos gente para salir a la calle, es necesario avisarles con antelación y concertar con antelación con quienes habitualmente cubrir este tipo de noticias. Publicitar en medios tanto tradicionales como alternativos. Recuerde que es poco probable que una protesta del sábado se produzca al día siguiente, ya que las ediciones del domingo cierran el viernes. No hagas que tu protesta compita con eventos de interés general, como decisiones deportivas.
 
2 – Especificar los objetivos: Evite temas genéricos para presentar su manifestación ("estamos aquí para denunciar la homofobia y el desprecio de las autoridades"). Esto te da sueño. Es necesario centrar los discursos, carteles, pancartas, camisetas, consignas en un caso concreto, una situación urgente de rápida identificación colectiva. Conseguir portavoces, personas dispuestas a dar la cara, contar historias y dar testimonio sobre el caso. Cree una hoja de ruta para las acciones con anticipación. Una buena protesta debe tener un horario de inicio y de finalización, para no provocar dispersión prematura. Tanto los participantes como los medios de comunicación deben tener presente el orden de lo que sucederá, ya que existe un ambiente de tensión al ocupar una vía pública. Reducir estos miedos y riesgos. Dividir bien las tareas a la hora de organizar, definir nombres y contactos de los responsables de logística, seguridad y comunicación.

3 – Noticias actuales: Sepa que una de las medidas del éxito de una protesta es la repercusión que causa en la comunidad, el número de nuevos aliados a su causa o las medidas adoptadas para solucionar el problema denunciado. Para crear y reforzar esta movilización es necesario despertar la esperanza de que vale la pena perder el tiempo y participar en ese acto, que nadie está siendo títere o carne de cañón de intereses personales y mezquinos. Es importante dar a conocer las medidas que los organizadores ya han tomado antes de la protesta (enviar una carta pública o solicitud a las autoridades) y presentar el apoyo de una figura admirada en tu comunidad, alguien con liderazgo (aunque sea informal, como un líder comunitario, sindicalista, religioso, artista, intelectual o autoridades como un concejal). Mostrar aliados le da mayor dimensión a la protesta, incentiva a los participantes con nuevas voces y enfoques ante el problema denunciado.
 
4 – Crea una simbología: Para ganar corazones y mentes no se trata sólo de tener fuerza en gogó para gritar consignas o gritar a las autoridades. Los participantes necesitan confiar en los organizadores, crear algún tipo de identificación con sus discursos y métodos de actuación. Al crear esta empatía, resulta más fácil invitar a amigos a apoyar el evento. Por ello, es necesario consultar a tus aliados más cercanos sobre detalles como la decoración de los autos de apoyo, mensajes pintados en pancartas, carteles, camisetas, botones, banderas. Los participantes necesitan sentirse conectados con todo esto, inspirarse para luchar, sentirse a gusto, siendo parte de un movimiento que respeta su forma de ser, sus opiniones, sus gustos. No es posible complacer a griegos y troyanos, pero sí es posible encontrar un consenso, algo que un líder con buenos argumentos y talento para negociar conflictos debe saber. Encuentre personas creativas para ejecutar estas ideas.
 
5 – Planifica el día siguiente: Cuando planificas una protesta, también te preparas para el día siguiente. Una manifestación es sólo un paso en la lucha por un derecho. Si no se planifica la continuidad de las acciones, tiende a ser una pérdida de tiempo. Entonces, ¿por qué movilizaste a tanta gente? Es necesario saber exactamente hacia dónde se quiere llegar: ¿poder ser recibido por alguna autoridad para recoger una lista de demandas? ¿Obligar a los oponentes de tu causa a hacer algún cambio? ¿Formalizar nuevos apoyos y membresías al grupo? ¿Fortalecer los diálogos con posibles aliados? ¿Planificar nuevas acciones? Las evaluaciones sobre el alcance de la protesta y las iniciativas a favor de la solución deben hacerse de manera objetiva y precisa. También es necesario discutir los problemas internos (¿se completaron todas las tareas? ¿Algún conflicto entre compañeros? ¿Falta de respeto a alguna decisión colectiva?) Sólo reconociendo errores y fracasos hay alguna posibilidad de mejorar los resultados en el siguiente intento.

*Sérgio Ripardo es periodista y autor de "Guia GLS SP" (Publifolha). Hable con él: sergio.ripardo@uol.com.br

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