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Derechos: ¿La homofobia en el trabajo ofrece compensación?

A finales del año pasado, se conoció el caso de un trabajador de Caçapava (SP) que ganó un proceso en el Tribunal del Trabajo contra su antiguo empleador por discriminación homofóbica. Si bien la empresa no realizó actos que discriminaran directamente al empleado (como una diferencia salarial), Jeferson Rodrigues Florêncio fue víctima de acoso homofóbico por parte de su jefe, quien hacía comentarios y bromas inapropiadas. El juez del proceso, iniciado a mediados de 2011, condenó a la empresa a responder por daño moral en el monto de R$ 30.
Para muchas personas puede parecer que los episodios de homofobia en el trabajo son una rareza, pero lo cierto es que no lo es. Según el Informe sobre Violencia Homofóbica elaborado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República para el año 2012, víctimas y agresores se conocen en el 60% de las denuncias, las cuales ocurren con mayor frecuencia en el hogar, en la calle y, en tercer lugar, , en el entorno laboral. Como no sabemos cuándo nos tocará, es mejor saber de antemano cuáles son tus derechos en casos similares.
 
En primer lugar, debemos tener en cuenta que según la ley todo el mundo tiene derecho a algo. Esto es obvio. Pero para tener derecho a algo, es necesario demostrar que se tiene ese derecho. Esto es lo que llamamos la “carga de la prueba”: quien alega tiene que probarlo. En casos de diferencias flagrantes entre las partes, como en el derecho del consumidor, es común que los jueces inviertan esta carga, de modo que la parte más fuerte (la empresa) niegue las alegaciones de la parte más débil. Sin embargo, en los casos de discriminación todavía no existe una institución similar, excepto en los casos de violencia doméstica, en los que el juez da mayor credibilidad a la víctima. Por tanto, tenemos que trabajar con lo que tenemos. 
 
Si te das cuenta de que estás siendo víctima de homofobia en el trabajo, no pierdas el tiempo e intenta reunir pruebas a tu favor, como grabaciones de audio, grabaciones de vídeo y correos electrónicos. No esperes a que la situación se vuelva insostenible, porque ante una emergencia debes cuidar tu integridad física y psicológica. En términos sencillos, no tendrá el cerebro necesario para reunir pruebas contra su empleador. Además de esta evidencia, es común utilizar testigos. Puede solicitar una declaración escrita notariada o simplemente el nombre y la dirección de la persona para que el juez pueda llamarla a testificar. El problema, sin embargo, es que un empleado rara vez testifica contra su empresa y no existen los testigos anónimos. Así que trate de protegerse con pruebas que no dependan de la buena voluntad de las personas.
 
Además, trate de denunciar la situación a los órganos competentes. En São Paulo tenemos el Centro de Combate a la Homofobia, una organización del Ayuntamiento ubicada en el Pátio do Colégio n. 5, por ejemplo. Además, es importante registrar un Denuncia Policial en una Dirección Regional del Trabajo, para dejar constancia del hecho. Las denuncias no constituyen prueba de un hecho. Son declaraciones meramente unilaterales, es decir, sólo cuentan la versión del hecho desde la perspectiva de la víctima. Pero tienen un gran peso para que los organismos públicos trabajen con políticas públicas, actúen dentro de sus competencias y, individualmente, tienen la función psicológica de recordarnos que tenemos un tema por resolver. Cada vez que mires ese BO recordarás que tienes cuentas que saldar. De lo contrario, es fácil acabar dejándolo de lado para evitar “dolores de cabeza”.
 
Y hablando de eso, cualquiera que presente un reclamo de compensación también debe prepararse para posibles desafíos. El propio Jeferson, que ganó la indemnización en Caçapava, dice que tuvo dificultades para volver al mercado porque estaba tomando medidas contra un empleador. Por eso es bueno estar preparado.
 
Aquellos que presentan una reclamación de indemnización con poca evidencia tienen menos posibilidades de ganar. De ahí la necesidad de dejarse asesorar por un buen abogado. Hay pruebas que son fáciles de obtener para la víctima, pero, al ser sorprendida, es inevitable que se necesite de un profesional para solicitar pruebas que contribuyan al éxito de la acción.
 
El Tribunal Laboral es relativamente sensible a los derechos de los trabajadores y, recientemente, está cada vez más abierto a casos de homofobia. O aprovechamos este momento para hacer valer nuestros derechos o seguiremos siendo rehenes de los prejuicios. La homofobia ofrece compensación.
 
 
Thales Coimbra es especialista en derecho LGBT; Licenciado y máster en Filosofía del Derecho por la Facultad de Derecho de la USP, donde estudia el discurso de odio homofóbico; es fundador y coordinador de Geds – Grupo de Estudio sobre Derecho y Sexualidad; Es columnista de Derechos en los portales A Capa y Gay Brasil. www.rosancoimbra.com.br/direitolgbt
 

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