in

Derechos: Sufrí homofobia en el club. ¿Y ahora?

Siempre hay una inquietud que suele quedarse con las cosas más ligeras: divertirse con los amigos, coquetear y vivir intensas jornadas de fiesta. Lamentablemente, no todo es color de rosa y algunas sorpresas desagradables pueden arruinar tu celebración. En el artículo de esta semana te daré algunos consejos sobre cómo actuar si experimentas homofobia en el club.
 
Por increíble que parezca, las discotecas dirigidas al público gay pueden ser escenario de violencia, ya sea motivada por la homofobia o no. Es común que los clientes sean víctimas de agresiones y abusos de poder por parte del equipo de seguridad del sitio, que a menudo está mal capacitado. 
 
En enero de 2013 se hizo famoso el caso del maquillador Guilherme Nutti (28), que fue atacado por el barman de Augusta porque se quejaba de que su dosis de bebida estaba incompleta. El camarero maldijo, lo agarró del cuello y le dio un puñetazo en la cara a la víctima. Por suerte, la víctima del ataque fue rescatada por el dueño del establecimiento y el barman fue despedido. 
 
Independientemente de si cuentas con la ayuda del encargado o del dueño de la casa, en primer lugar vela por tu integridad física. Si has sufrido una agresión física, pídele a un amigo que llame a un empleado, ya que debería traer a alguien para que te ofrezca los primeros auxilios, este podría ser el bombero de turno del establecimiento. Si nadie te ayuda, llama a los números de emergencia 192 o 191, denuncia lo sucedido y pide ayuda.
 
Si su integridad física no corre peligro, asegúrese de identificar al atacante. Si era un empleado del club, averigua su nombre. Si se trata de otro cliente, busca a un empleado del club y pídele que detenga a tu atacante. Si ni siquiera el equipo de seguridad lo resuelve, llama al 191. Esto te ayudará en el futuro, si quieres presentar una reclamación de indemnización por daños materiales y/o morales. 
 
Si no puedes identificarlo, no hay problema. Su abogado puede utilizar una estrategia legal diferente para responsabilizar sólo a la parte, que tenía el deber de garantizar su integridad física. Posteriormente, si es condenada, usted podrá obtener del agresor una indemnización por la indemnización que le pagó a usted.
 
Después de eso, consigue los datos de contacto de algunos testigos, ellos podrán ayudarte proporcionándote información en la comisaría o, más adelante, en el foro, cuando presentes tu reclamación de indemnización contra la discoteca y/o el atacante. Dependiendo del abogado de la discoteca o del agresor, un ataque homofóbico podría acabar reduciéndose a una simple discusión de borrachos, en la que nadie tiene razón. Como no queremos eso, cuantas más pruebas, mejor.
 
Por último, en caso de agresión física, asegúrese de someterse a un examen forense. Puede que le lleve seis, diez, doce horas, pero asegúrese de realizar este examen. Con él tendrás en tus manos la palabra de un médico estatal que confirma el ataque. Sin esto, es posible que tenga una historia muy creíble, pero el juez tendrá poca idea del alcance del daño que sufrió.
 
¿Qué pasa si, después de estos consejos, inmediatamente tienes miedo de la confrontación y no eres capaz de hacer nada de esto? No hay problema. Su caso puede ser un poco más difícil, pero los abogados están ahí para eso. Existen otras formas de obtener pruebas, como las grabaciones de los circuitos de seguridad internos. E incluso si la discoteca se niega a entregar las grabaciones, existen medios legales para obligarles a hacerlo.
 
A pesar de los dolores de cabeza que implica un caso de reparación civil, nunca olvides que también tendrás la aplicación del Código de Protección al Consumidor, que facilita la vida a quienes sufren por un mal servicio. Además, al aplicar la ley, los jueces tienden a ser más sensibles a los casos de derecho del consumidor.
Sin embargo, no se puede tener demasiado cuidado. Incluso si tienes razón, evita perder la cabeza y esto es fácil cuando nos hacen daño – y aún más fácil cuando consumimos alcohol. Por tanto, intenta ir acompañado de otro amigo, evita provocar al agresor o al dueño del establecimiento y deja que la policía intervenga cuando llegue al lugar de la agresión. De lo contrario, podría terminar en una situación similar a la del hombre al que le redujeron su remuneración de R$ 30 a R$ 10 mil. En el recurso núm. 0071138-81.2010.8.26.0000, el juez entendió que:
 
"Se sabe que, lamentablemente, muchos guardias de seguridad de discotecas son sometidos a rutinas extenuantes, que implican doble turno, y no están preparados para atender al público. Por lo tanto, en ocasiones, terminan excediendo los límites de sus funciones, actuando con descortesía e incluso con violencia, por otro lado, no es raro que los asistentes a discotecas, deteriorados por el consumo de alcohol, se vean envueltos en discusiones que culminan en lesiones corporales. Por todo ello, la tesis del autor no puede ser rechazada, ni puede serlo. rechaza las alegaciones del demandado."
 
El camino para obtener una indemnización puede ser largo (en el caso anterior, fueron cuatro años), pero los costes psicológicos de la indemnización son aún mayores, ya que algo sigue sin resolverse en nuestra mente. Es ese sentimiento latente de injusticia. Por ello, la recomendación es que, independientemente de si has seguido los consejos de este artículo, busques un abogado, pero no dejes que un ataque –sea homofóbico o no– pase desapercibido. De lo contrario, seguirán sucediendo.
 
 
Thales Coimbra es abogado especializado en derecho LGBT (OAB/SP 346.804); egresado de la Facultad de Derecho de la USP, donde actualmente cursa una maestría en el área de filosofía del derecho sobre discurso de odio homofóbico; también fundó y actualmente coordina Geds – Grupo de Estudio sobre Derecho y Sexualidad también en la Facultad de Derecho de la USP; y escribe quincenalmente sobre Derechos en los portales A Capa y Gay Brasil. www.rosancoimbra.com.br/direitolgbt

Black Box Clube International acoge la gira en Disponivel.com

Nintendo se niega a permitir el matrimonio homosexual en el juego