Un estudio realizado por la Universidad Federal de Ciencias de la Salud de Porto Alegre (UFCSPA), apuesta por terapias de shock para combatir la disfunción eréctil en algunos hombres. Los investigadores descubrieron que después de electrocutar ligeramente el pene de algunos pacientes con impotencia, la carga eléctrica se convirtió en una solución real al problema.
El problema, que afecta a alrededor del 46% de los hombres brasileños, puede tener una solución más concreta que los métodos utilizados habitualmente. Las pruebas revelaron que los voluntarios que tenían problemas con el rendimiento sexual resolvieron el problema después de unas pocas semanas de tratamiento. Las sesiones duraron unos 15 minutos y se realizaron dos veces por semana durante un mes.
Esta técnica se utiliza desde hace casi 40 años para tratar otras enfermedades, que al parecer, al desencadenarse una corriente de bajo nivel, pueden acabar despertando músculos y nervios que controlan el movimiento.
Durante el estudio se utilizaron 22 hombres con edades comprendidas entre 40 y 65 años, que tenían problemas graves de erección y no utilizaban ningún medicamento que proporcionara estimulación eréctil. El estudio duró un mes y durante ese tiempo los hombres fueron expuestos a dos electrodos en el pene, que se utilizaron para aplicar la corriente eléctrica.
La mitad del grupo recibió la descarga real y la otra mitad recibió un placebo, que simulaba las descargas, pero no se generaba corriente eléctrica. En ambos grupos, la respuesta sexual se midió utilizando una escala llamada Índice Internacional de Función Eréctil.
Los resultados mostraron que el grupo que recibió el placebo no tuvo cambios en sus puntuaciones. El grupo que realmente recibió las descargas obtuvo resultados importantes. Tres hombres recuperaron erecciones espontáneas, cinco vieron una mejora significativa y los otros tres no vieron ninguna mejora.
Para los investigadores aún no está claro cómo las descargas eléctricas pueden ayudar a aumentar el deseo sexual; en los animales hubo un aumento en los niveles de óxido nítrico y esto puede estar involucrado. Y es importante recordar que a pesar de ser un estudio interesante, se realizó con una muestra muy pequeña de pacientes y que no hubo seguimiento posterior para comprobar la duración de los beneficios a largo plazo.
