A Jorge Sota Veja, de 38 años, se le concedió asilo en Estados Unidos después de demostrar que estaría en peligro si lo deportaran a México. El juez D. Taylor, de California, declaró en su fallo que no se debe obligar a los homosexuales a actuar de manera que oculten su sexualidad para evitar la persecución. El caso de Jorge se hizo famoso en Estados Unidos cuando el mismo juez Taylor denegó la solicitud de asilo diciendo que Jorge no parecía ser gay y podía ocultar su condición para estar seguro. Para el director del grupo americano Lambda Legal, Jon W. Davidson, esta justificación no es nada razonable. “Los jueces no niegan asilo a alguien basándose en sus creencias políticas diciendo 'si no le dijeras a otras personas lo que crees, estarías bien'”, argumenta. Jorge solicitó asilo en 2004 alegando que había sido golpeado por agentes de policía y que las autoridades de México podrían matarlo.
