La Casa Blanca anunció órdenes para prohibir formalmente a las personas transgénero servir en el ejército, tras la controvertida orden de Donald Trump, que provocó una reacción generalizada en julio del año pasado por parte de grupos de derechos civiles y jefes de defensa estadounidenses. A pesar de la oposición de altos funcionarios militares y fallos anteriores contra la prohibición, un memorando del Secretario de Defensa publicado el viernes por la noche decía que las personas transgénero están “descalificadas para el servicio militar excepto bajo ciertas circunstancias limitadas”. El memorando no detalla cuáles podrían ser estas posibles excepciones, pero afirma que el Secretario de Defensa y el Secretario de Seguridad Nacional “podrán ejercer su autoridad para implementar cualquier política apropiada con respecto al servicio militar de personas transgénero”. A finales de agosto pasado, Trump había dado al Pentágono un plazo hasta el 23 de marzo de 2018 para que el organismo desarrollara una nueva política específica para las personas transgénero. El viernes por la noche, un informe publicado por el Pentágono distinguía entre personas transgénero que quieren cambiar de sexo o ya se han sometido a la operación, y personas que se identifican como de diferente sexo pero no quieren procedimientos médicos. Según el informe, a los primeros no se les permitirá ingresar a las Fuerzas Armadas, mientras que a los demás sí. En el texto, la decisión se justifica, entre otros motivos, por los costes médicos “desproporcionados” que estos últimos representan. LAS TRANS PRESENTAN RIESGOS PARA LA EFECTIVIDAD MILITAR El anuncio decía que la política fue “desarrollada a través de estudios extensos por altos líderes civiles y militares” y decía que, con base en el asesoramiento de “expertos”, el gobierno concluyó que “la adhesión o el mantenimiento” de las personas transgénero “ plantea un riesgo considerable para la eficacia y letalidad militar”. El año pasado, cuando Trump anunció originalmente la prohibición en Twitter, afirmó que los militares “no pueden cargar con los tremendos costos médicos” generados por las personas transgénero en el ejército, a pesar de que los estudios ya han demostrado que la prohibición tendría impactos negativos en los militares. . Los críticos argumentan que la política discriminatoria causará perturbaciones significativas en el ejército, obligará a los miembros trans a ocultar sus identidades, privará al ejército de personas talentosas y reforzará estereotipos dañinos e inexactos sobre las personas trans. ANULACIÓN DE LA MEDIDA DE LA ERA OBAMA La política de Trump revierte la de Barack Obama, quien, en 2016, puso fin a una regla de larga data que impedía que las personas trans sirvieran abiertamente en las Fuerzas Armadas. “Lo que la Casa Blanca ha difundido hoy es transfobia disfrazada de política. Y esta política no se basa en una evaluación de nueva evidencia”, dijo Joshua Block, abogado principal del Proyecto LGBT y VIH de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, en un comunicado el viernes por la noche. Esta directiva de Trump ya había sido bloqueada por los tribunales federales en cuatro casos distintos, señaló el abogado. "La política coacciona efectivamente a las personas transgénero que desean servir", dijo Block en el comunicado. “Las personas transgénero en nuestro ejército merecen algo mejor de su gobierno que una proclamación basada en mitos sobre su incapacidad para una inclusión cívica plena”. Sarah McBride, secretaria de prensa nacional de la Campaña de Derechos Humanos, el grupo de derechos LGBTQ más grande de Estados Unidos, también condenó la política en un comunicado: “La publicación de esta decisión al amparo de la oscuridad un viernes por la noche significa que miles de tropas transgénero se despertarán. mañana con sus vidas al revés. Esto no podría ser más cobarde y equivocado”, escribió. SENADORES Y GENERALES CONTRA TRUMP Numerosos senadores republicanos, incluidos John McCain, Susan Collins y Orrin Hatch, criticaron la política de Trump sobre el tema, y más de 50 generales y almirantes retirados firmaron una carta diciendo que la prohibición degradaría la preparación militar. La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, criticó el nuevo anuncio en un comunicado: “Este último memorando es la misma prohibición cobarde y repugnante que el presidente anunció el verano pasado. Nadie con la fuerza y la valentía para servir en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos debería ser destituido por ser quienes son”.
