Martín Blackwell, más conocido como el homófobo que echó agua hirviendo sobre el hijo de su novia y su pareja mientras dormían, fue sentenciado a 40 años de prisión.
Las victimas, Antonio Gooden e Márquez Tolbert, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en la espalda, el cuello y los brazos. Anthony tuvo que estar en coma inducido médicamente y Márquez pasó 10 días operado en el hospital.
Después del ataque, Martin les dijo a la pareja que "salieran de mi casa con toda esa mierda gay" antes de echarlos del apartamento.
Martin, que fue encarcelado sin derecho a fianza, dijo más tarde a los investigadores: "Estaban pegados como dos hot dogs, así que les vertí un poco de agua caliente... Estarán bien, solo era un poco de agua caliente".
Después del ataque, se creó una página pidiendo donaciones para cubrir los gastos médicos de las víctimas, recaudando más de 70.000 dólares, muy por encima de su objetivo inicial de 40.000 dólares.
Poco después, Márquez habló sobre los efectos de las quemaduras:
"El dolor no me deja dormir. Es insoportable las 24 horas del día. Cuando estoy al sol me duele, es básicamente como si te quemaran de nuevo".
