El pasado martes 29, Diego Ferreira de Novais fue detenido en el acto luego de masturbarse y eyacular sobre un pasajero en un autobús del transporte público de São Paulo. La víctima estaba sentada, durmiendo, cuando fue sorprendida por el líquido expulsado por su agresor, quien incluso chocó con otra mujer que estaba sentada a su lado, cuando el autobús pasaba por la Avenida Paulista, hacia la terminal Ana Rosa. Un día después, por orden del juez José Eugênio do Amaral Souza Neto, del Foro Barra Funda, Diego, que ya había sido detenido cinco veces en la policía por violación, fue liberado y será juzgado en libertad. Según el criterio del juez, si bien se trata de una acusación grave, el imputado no cometió “coacción”, “ni hubo violencia ni amenaza grave” a la víctima, tal y como prevé el artículo 213 del Código Penal al calificar el hecho. como violación. “El núcleo típico del delito de violación es obligar a alguien, mediante violencia o amenaza grave, a tener relaciones sexuales o a realizar o permitir que se realice otro acto libidinoso con ella. En este caso entiendo que no hubo ningún pudor, ni violencia ni amenaza grave, ya que la víctima se encontraba sentada en la banca de un autobús cuando fue sorprendida por la eyaculación del imputado. El acto realizado por el acusado es bastante grave, ya que se masturbó y eyaculó en un autobús lleno, encima de un pasajero, que estaba, por supuesto, bastante nervioso y traumatizado”, señala la decisión judicial. Esta semana, el gobierno estatal, en colaboración con la alcaldía, lanzó una campaña para combatir los actos de violencia y abuso sexual en el transporte público de São Paulo. En los últimos años, aumentó el número de denuncias de mujeres víctimas de abusos en trenes, metros y autobuses de São Paulo.
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