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La homofobia no es libertad de expresión

Bueno chicos, me tomé un descanso, pero estoy de regreso, con toda mi energía, en un tema que me ha estado molestando. Sé que este espacio está pensado a priori para hablar del detrás de escena de mi obra literaria, pero siempre es bueno aprovechar donde tenemos voz para exponer temas relevantes de nuestra vida diaria.

Primero mi desaparición. Dejé de publicar porque este era un período en el que el sitio una capa Hice algunos artículos relacionados con el mundo de Treppi. Sí, porque esta colaboración no se limita al blog. Se utiliza más en el sentido de hacer el día a día del “reality show literario virtual”, y la parte que es noticia se incluye en el contenido de la redacción. Para evitar una sobredosis de Treppi, me tomé este descanso.

Volviendo al tema, he visto a mucha gente decir que los políticos que no dicen su nombre tienen derecho a expresar su ignorancia homofóbica. Otros también dicen lo mismo de las personas religiosas que gritan contra los gays y quieren exorcizarlos. Y todavía hay quienes defienden el "derecho" de las personas a estar en contra del matrimonio homosexual.

Al revés: ¿Quién está interesado en un matrimonio homosexual además de los homosexuales que se van a casar? ¿Cómo interfiere el matrimonio de una persona con la vida de la otra? ¿Cómo puede alguien estar en contra de algo que no tiene nada que ver con él?

Mezclando: cada uno tiene realmente derecho a tener su propio gusto, por incomprensible que sea. Sí, porque cualquiera que se detenga a pensar ve lo incomprensible que es no gustar a los homosexuales, dado que la homosexualidad sólo interfiere en la propia vida del individuo. Sin mencionar que la mayoría de los que dicen que no les gustan los gays, viven con muchos gays y les agradan, sin siquiera saber que son homosexuales. Por eso la visibilidad cambia muchas cosas, al demostrar a los intolerantes la gran estupidez de su pensamiento.

De todos modos, para abreviar la conversación, hemos visto muchos "prejuicios en represalia", dirigidos principalmente a las religiones. Ahí es donde entra el punto. Religión sí, es libertad de expresión. Cada uno debe tener garantizado el derecho a creer en lo que quiera y de la forma que más le convenga. Ahora bien, si esta creencia empieza a interferir en la vida de otro, principalmente en el sentido de condena, limitación legal e incluso incitación a la violencia, la cosa cambia. Todo está muy bien mientras quede en el ámbito individual, de la misma manera que es completamente individual ser gay o heterosexual y nadie ve gays en la calle intentando convertir a otros o catalogar estilos de vida diferentes al suyo como correctos o incorrectos. .

Ser homofóbico es un asunto íntimo, y cada persona debe buscar internamente sus propias razones. Ahora bien, expresar homofobia no tiene nada que ver con la libertad de expresión, y ya es hora de que ciertos grupos radicales y fundamentalistas aprendan a separar las cosas. El mensaje es válido también para algunos "modernos de turno", deseosos de demostrar una tolerancia injustificable con esta incomprensión de conceptos.

¡Beso grande!

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