Los futbolistas ingleses se negaron a participar en una campaña contra la homofobia. Según le dijeron al diario "The Independent", el motivo es el miedo a ser blanco de bromas por parte de sus respectivos fans. Debido a esto, la agencia Ogilvy tuvo que cambiar la temática de la campaña.
El anuncio mostraría a un hombre, dentro de un autobús, diciendo insultos homofóbicos a un vendedor de periódicos, a los pasajeros y a sus compañeros de trabajo. La idea es resaltar que la intolerancia y la homofobia no sólo deben estar presentes en el entorno social, sino también dentro de los estadios de fútbol. En el original debían aparecer los futbolistas pidiendo respeto a los homosexuales, algo que no ocurrió y la campaña fue cancelada.
La Asociación de Futbolistas Profesionales de Inglaterra lamentó la negativa de los jugadores y declaró que, quién sabe, "dentro de tres o cuatro años los jugadores tendrán más libertad para participar en campañas de esta naturaleza". También en su justificación, la Asociación declaró que los deportistas "dan mucho y se les pide mucho" y que a veces "tienen que decir que no".