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Periodista habla de Dominación…

Emerson Lisboa, mi amigo periodista (virtual), que me ha estado representando en varias situaciones, le regaló mis libros a otro periodista. Luego ayer recibí un correo electrónico del chico y me quedé boquiabierto. Sí, por supuesto una de las razones fue lo mucho que hablaba bien de DOMINAÇÃO, pero la razón principal fue el análisis "literario-crítico" que hizo. No voy a decir nada más, su texto lo dice todo.

Ah, no es que esto importe en general, pero en el caso específico de mi "trabajo", creo que sí cuenta: Daniel Barbosa es heterosexual, por lo tanto, no leyó el libro para un "nicho de audiencia".

Querido Treppi, cuando me presentaron tus libros, el querido Emerson Lisboa también me advirtió que tendría miedo. ¿Asustado? Seamos realistas: siempre es vital. ¡Y lo que leí sonó como una enorme BU! - Estaba muy asustado.

En un mundo literario infestado de fantasías impalpables, eres un paladín rodriguiano (perdón por la etiqueta). En una narrativa simple pero poderosa y emocionante (en el sentido general del término), revelas "la vida tal como es". Sin poner condiciones y apostando por alinear los deseos dentro de un marco desgarrado –sin pretensiones plásticas-; expone descaradamente (y esto es fantástico, ya que la vida realmente es desvergonzada) personajes reales en una esfera ficticia. La famosa 'bofetada a la sociedad': – "¡Miren, panda de imbéciles reprimidos, la vida también es eso!"

La característica más grande (muy original) de "Dominación" consiste, con gran alegría y perspicacia, en el hecho de que se renuncia a un arsenal de florituras, elementos "básicos" al menos en la mayoría de la literatura llamada "homoerótica". La trama (sin juego de palabras) no requiere preliminares; se construye con mucha ilusión; lleno de personajes humanamente desnudos que gritan –un grito al que todavía le faltan muchos decibeles– que estar en la condición humana significa precisamente tener la cara, el alma, el corazón y, en el caso de su obra, la polla y el culo para vivir lo que qué está sucediendo y qué determina el deseo, ese resorte mal utilizado que llevamos dentro.

Vaya, ¿qué capacidad y talento es ese para crear personajes tan ávidos y vívidos, teñidos de mucha euforia, eso que más corre por nuestras venas? Para el lector no preparado, esto puede sonar como: "ah, debe ser así"; "Creo que hizo o está haciendo esto", y otras concepciones superficiales. Todo bien. Sí, tiene algunos de sus problemas. Pero eso no es mucho. Se hace arte y el arte, en mi opinión, no requiere empirismo.

Confieso que, con cada página, con cada movimiento, gesto y diálogo, me angustiaba mucho. Sorpresas, sorpresas y más sorpresas... Precisamente por eso, no creo que valga la pena hablar de la trama (Oye, los heteros follan. ¡Los gays también! Naturalmente). Es más rico señalar cómo se revelan las vidas –para algunos, "el lado oscuro" o "B"- de personas que todavía viven casi "al sur de la nada" -como, tal vez, diría el viejo Buk. (No quiero ser reduccionista: gay no se trata sólo de sexo). Y debido a una brújula que todavía no tiene mucha fuerza en la dirección, su literatura se llama "homoerótica". Muy bueno... incluso en el arte existe esa cosa llamada "segregación". (¡Mírenme cargando con la utopía! ¿Eso cambiará alguna vez?). Sin embargo, todo esto es una tontería. Escribes literatura y ya está. Que se joda el que no esté de acuerdo. Quizás para el grupo contrario sería más conveniente leer a autores naturalistas, como Adolfo Caminha, que allá por el siglo XIX escribió "Bom-Criolo", considerada la primera novela homoerótica de nuestra literatura; sin embargo, lo dejó muy claro. que la participación romántica/sexual de los personajes tenía que ver con la enfermedad y la inmoralidad. Y no existe literatura para señalar "patologías"; existe para estremecer, para impactar, para provocar cataclismos, para asustar. Y tú, creíble, mezclando lo poético, lo humano, lo “vulgar”, ya sabes, mucho más que cualquier lobo feroz o coco, para asustar. Tai, enviando otro juego de palabras, tu literatura está dominando. Vivo. Pulsante.

Abrazos!
Daniel Barbosa | Periodista dbarbosa.jor@gmail.com

¿Y entonces? No puede quedarse así. un poco engreído? jajaja Besos!

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