Todo empezó hace 22 años, cuando Thierry Coppens era todavía un chico de 19. De pasatiempo estudiantil a la fiesta más antigua del panorama gay europeo, La Demence se ha convertido en una de las más famosas y comentadas de todas.
Celebrada una vez al mes, siempre los viernes, en el club Fuse, La Demence convierte a Bruselas en la capital gay de Europa en esa fecha. Gente de diferentes países, especialmente cercanos a Bélgica, como Holanda, Francia, Alemania, Luxemburgo y Reino Unido, llenan las tres pistas del mítico club. Dos veces al año hay ediciones especiales: una en Semana Santa y otra en Halloween. Son muchos días de fiesta, en diferentes lugares, siempre con los DJs más calientes del momento. Una señal del calentamiento será la edición de octubre, ampliada a cinco días. Y, como parte de la estrategia para popularizar aún más la ya popular fiesta, el crucero La Demence, originario de la compañía, vuelve a navegar por el Mar Mediterráneo, en su segunda edición.
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El club es uno de los más prestigiosos de la cultura de la música electrónica europea. David Guetta, Bjork y muchos de los DJ del circuito gay han estado allí. Para Thierry, es una parte fundamental del éxito de La Demence y uno de los ingredientes que lo diferencian de otros festivales de otras ciudades. Por este motivo, no acepta llevar el nombre de La Demence a ningún otro lugar. “Coges el nombre, el DJ y listo. No se puede crear el mismo ambiente que tenemos aquí, así que prefiero que vengan aquí”, explica.
Se sincera y dice que, cuando llegó a Bruselas, la gente lo veía como un competidor y había un ambiente hostil. "Hoy entienden lo buena que es la fiesta para la ciudad, teniendo en cuenta la cantidad de gente que llevo", afirma. Los precios del alojamiento hablan por sí solos. Según Thierry, de los 3 hoteles que se sumaron al último evento, dos estaban llenos y el otro tenía la mitad de sus habitaciones ocupadas. "No me beneficio de esto. Para mí, esto es una herramienta para atraer gente a la fiesta. Pueden tener un buen hotel, no es caro. El ambiente de la ciudad, la facilidad de llegar hasta aquí, los precios baratos. "
Thierry, que se considera un "fiestero", se entusiasma con lo que, para él, es el principal secreto para que una fiesta dure tanto tiempo: "Te tienen que gustar las fiestas, sé un fiestero. No soy sólo un hombre de negocios".
¿Esperabas que La Demence tuviera tanto éxito?
No, yo era estudiante, solo lo hacía por diversión, para tener algo aparte. Pero se convirtió en lo que es ahora. Era estudiante y trabajaba como camarero en una discoteca en Koitrijk, a 100 km de Bruselas. El dueño tuvo la idea de hacer una fiesta una vez por semana y me preguntó si yo me encargaría de ello. Yo acepté. Rápidamente comencé a organizar otra fiesta en otro club todos los domingos. Y luego me mudé a Bruselas. Esa es la historia. Cuando llegué a Bruselas, todo tuvo un gran auge y las cosas empezaron a ponerse reales, porque este es el centro.
¿Siempre estuvo en Fuse?
Alguna vez. Creo que parte del éxito es la ubicación. Tienes 3 pistas, por lo que tienes diferentes canciones. Cuando estás en una pista y quieres cambiar, es como estar en otra fiesta. Hay cuartos oscuros. A la gente le gusta eso. Un muy buen sistema de sonido.
¿Cuáles son los principales ingredientes para que una fiesta siga funcionando durante 22 años?
Lo primero es hacerlo una vez al mes. Entonces la gente vive para ello. Es muy difícil de mantener toda la semana. Lo segundo es la diversidad de estilos. Verás cuero, jóvenes, barbies, osos, cualquiera. Tenemos una gran mezcla. Si vas al Circuit (Festival, en Barcelona) hay más barbies.
¿Cómo agrupar a todas estas personas?
Los cueros nunca se mezclan. Si vas a La Demence, verás muchos de ellos. De lo cual estoy muy orgulloso, porque normalmente nunca van a otros lugares que no sean cuero. El secreto, no lo sé. Creció de esa manera de forma natural. Realmente no he trabajado en eso. Otro elemento de éxito es la ciudad. Bruselas es muy amigable, amigable con los homosexuales. Tenemos políticas más abiertas, es decir, podemos cerrar al mediodía. Ésto es una cosa buena. Como en Alemania. Por eso las discotecas de Berlín son muy buenas, porque tienes libertad cuando están abiertas.
¿Cómo se te ocurrió la idea del crucero?
Es una estrategia. Pensé que La Demence sería de gran ayuda para el crucero. Pero ahora me doy cuenta de que fue un poco negativo. Yo explico. La gente ciertamente asocia La Demence con la fiesta. Entonces dicen: “una semana, de crucero, 7 días, 24 horas de fiesta. No, es mucho”. Y es mucho dinero. Porque es un crucero. Pero hay que explicar que es un crucero de verdad. Durante el día visitas las ciudades, vas a las playas y por la noche vas de fiesta. A la gente le preocupa un poco que haya demasiada fiesta. Insisto, no, es un crucero. Este primero fue difícil, porque vendimos un producto nuevo que no existía. La gente estaba esperando oír hablar de ello. Tuve muchos invitados, por lo que el ambiente fue fantástico. Ahora la gente habla de ello. Ahora hay fotos, videos. Hay algo que puedes ver.
¿Cómo se seleccionan los DJ para tocar en La Demence?
Escucho muchas cosas, recibo muchos CD, correos electrónicos de DJ, pero nunca contrato a un DJ sin verlo tocar primero. Voy a una fiesta, veo, oigo. Digo, me gustó. Es la única manera.
¿Vas a muchas fiestas?
Voy a muchos. Amo las fiestas. Ese es otro secreto. Por supuesto, lo haces por el negocio, por el dinero, pero me gusta. Hay muchos organizadores, no son fiesteros. Creo que hay que ser un fiestero si quieres organizar una buena fiesta. No soy sólo un hombre de negocios.
¿Cuál es tu lugar favorito para festejar?
Berghain, Berlín. Yo amo. Está toda esa mezcla de mujeres heterosexuales.
El productor Thierry Coppens junto al DJ Phil Romano en la edición de Pascua de La Demence
