Sirbrina Guerrero y su novia se metieron en problemas durante un partido de béisbol celebrado el pasado fin de semana en Seattle, Estados Unidos. El personal del estadio les impidió besarse y los amenazó con la expulsión.
Según Guerrero, una mujer se acercó a ellos y les pidió que dejaran de besarse porque no quería que su hijo viera la escena. Sin embargo, ella y su novia se negaron a abandonar el estadio.
“Si me quieren echar, tendrán que hacerlo”, amenazó Guerrero, quien tomó fotografías de parejas heterosexuales besándose para demostrar que estaba siendo discriminada.
La portavoz del estadio, Rebecca Hale, dijo al Seattle Post-Intelligencer que no existen políticas que impidan que las personas, heterosexuales u homosexuales, se besen en sus instalaciones. "Sólo intervenimos cuando el comportamiento es inapropiado para el público", dijo. "Este no es el tipo de lugar donde discriminamos a las personas por su orientación sexual", añadió. "Nuestro objetivo es tener una atmósfera donde todos se sientan cómodos".
