El motivo de la homofobia latente de uno de los mayores activistas anti-gay de Estados Unidos parece haber quedado al descubierto. Antes de convertirse en líder de Texas Values, Jonathan Sáenz Lo dejó la mujer para poder vivir un romance lésbico.
El sitio web Lone Star Q descubrió que, después de años de matrimonio y disputas matrimoniales, Jonathan fue informado de que su esposa, Corrine, mantuvo una relación con Ercilia Paredes. Y más: que sería abandonado por la relación lésbica.
Jonathan y Corrine se casaron el 10 de agosto de 2002 y se separaron el 20 de julio de 2011. Poco después, él se convirtió en el líder de un grupo que lucha por la conversión de los homosexuales.
Un dato curioso del discurso de Jonathan es que, según él, hacer una excepción con los matrimonios homosexuales es lo mismo que hacer una excepción con la poligamia.
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Durante el divorcio, Corrine declaró que "el matrimonio ha sido insoportable debido a discordias y conflictos de personalidad, lo que destruye los fines legítimos de la unión y evita totalmente expectativas considerables de reconciliación". El nego.
Toda la experiencia lo habría motivado a unirse y luchar contra la población compuesta por lesbianas, gays, bisexuales y trans.
