La pareja Scott Moore y Thomas nacieron mujeres y tras una cirugía y tratamientos hormonales se convirtieron en hombres. Scott, cuyo nombre real era Jessica, se dio cuenta de que quería ser hombre a los 11 años, cuando llegó a la pubertad. Luego le quitó los senos, pero no quiso un pene y se quedó con sus órganos reproductivos.
Hoy, a sus 30 años, Scott está embarazada. "Muchos nos critican, pero somos felices y no tenemos vergüenza. Quiero mostrar al mundo que las familias transgénero pueden ser sanas, amorosas y atentas", dijo Scott, que quedó embarazada después del tratamiento y dará a luz el próximo mes.
Scott está legalmente casado con Thomas (el gobierno de California todavía lo considera una mujer) y ya cuida de dos niños adoptados, Gregg, de 12 años, y Logan, de 10, hijos de la exnovia de Thomas.