El programa Ultra Diesel del pasado sábado estuvo dirigido a chicas juergas. El lugar acogió el proyecto Super Dyke, con la actuación de Nina Lopes, editora del sitio web lésbico Dykerama, y la DJ Cris Vilela. La discoteca, sin embargo, recibió una audiencia bastante grande de chicos.
Casi la mayoría de los chicos presentes eran homosexuales. Algunos eran heterosexuales. En la fila frente a la casa a la una de la madrugada, niños y niñas bebían bebidas alcohólicas. Uno de los niños y una niña, al ver a dos niñas (jeans, blusas, lápiz labial, aretes y cabello alisado) les preguntaron si eran "preppy". "Vaya, ustedes parecen enfermos", dijo el joven.
La escena nos hace pensar en la segmentación de las fiestas lésbicas – como las itinerantes Tetê-à-Tetê y Só Para Elas, que se realizan en Bubu, sin olvidar el recién inaugurado The L Club, que cobra más por la entrada de los chicos. El precio de entrada al club exclusivamente lésbico de la ciudad, en el barrio de Pinheiros, es de R$ 300.
Después de la fila para entrar a la casa y ser registrado, había una fila para recibir la orden. El set de Cris Vilela estuvo marcado por el pop (Rihana), el funk (Boladona y Atoladinha) y por supuesto, el house tribal tradicional. Los presentes, niños y niñas, bailaron. Frenéticamente.
Nina Lopes se hizo cargo de la pastilla tocando un remix de 4 Minutes de Madonna. El programa también contó con la participación de la Escuela de Samba Arco-Íris, pero hasta las 2:30 de la madrugada, hora en que el reporte salió de la casa, no había señales de que la Escuela GLS actuaría.