El ministro de Educación israelí, Rafi Peretz, un rabino ortodoxo, dijo al Canal 12 de televisión de Israel: “Creo que es posible convertir [la orientación sexual de alguien]. “Puedo decir que tengo un profundo conocimiento del tema de la educación y lo he hecho también”, añadió.
La terapia de conversión, que puede incluir hipnosis y descargas eléctricas, se basa en la creencia de que ser lesbiana, gay, bisexual o transgénero se puede "curar". Y ha sido ampliamente desacreditada por los expertos médicos como pseudociencia y condenada por causar daño emocional y psicológico.
Peretz también describió cómo actuó cuando un gay le habló de su sexualidad. “Primero que nada, lo abracé. Le dije cosas realmente interesantes. Le dije: 'Pensemos. Vamos a estudiar. Y contemplemos. “El objetivo es, primero que nada, que se conozca bien a sí mismo… y luego él decidirá”, dijo.
Posteriormente, el ministro intentó aclarar sus comentarios, diciendo que no quería decir que los niños homosexuales debieran ser obligados a someterse a una terapia de conversión, informó el Jerusalem Post.
El primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que los comentarios de Peretz eran "inaceptables". "Los comentarios del Ministro de Educación sobre el Orgullo Comunitario me resultan inaceptables y no reflejan la posición del gobierno que dirijo", afirmó.
El primer ministro también emitió un comunicado diciendo que había hablado personalmente con Peretz para expresarle sus críticas.
Añadió que el sistema educativo israelí “seguirá aceptando a todos los niños judíos, sean quienes sean y sin diferencias basadas en la orientación sexual”.
Nitzan Horowitz, líder del partido de izquierda Meretz, condenó los comentarios y dijo que la terapia de conversión gay ha provocado circunstancias extremadamente duras para los jóvenes, incluido el suicidio.
El grupo de trabajo LGBT de Israel, Aguda, también exigió la dimisión de Peretz.
