Dejando de lado la controversia del “testículo” de Pabllo Vittar, la drag queen hizo su debut en Marquês de Sapucaí y lució deslumbrante como protagonista destacada en una de las carrozas de Beija-Flor.
Con una trama que habla de intolerancia, desigualdad social y corrupción, Vittar simboliza el movimiento LGBT y la lucha por la igualdad de género. “Momento histórico porque siempre veía televisión con mi mamá”, dijo la artista a Gshow. “Ella (la madre) es Mocidade, pero me apoyará. Llevo una hermosa bandera en Sapucaí (con los colores del arcoíris), de gente de bien”, agregó.
Sobre el enganche, Pabllo afirmó que aún no pasa de cero a cero y que su último beso se dio “hace tres semanas”.
“El carnaval es muy importante, porque tenemos el espacio para izar la bandera contra la intolerancia y hablar de nuestros derechos y deberes. Y demostrar que los gays, independientemente de nuestra orientación sexual, somos personas de buen carácter y podemos hacer realidad nuestros sueños”, afirmó Pabllo Vittar.