Tras las victorias en Estados Unidos, donde fueron elegidos un presidente partidario de los derechos de los homosexuales y una senadora lesbiana y tres estados más aprobaron el matrimonio homosexual, las noticias están plagadas de denuncias de casos de homofobia. Primero un pastor loco dijo que los gays éramos los responsables del huracán Sandy, los chicos de la redacción dijeron que debía haber sido algún mal festival, que lástima que no me invitaron. Luego estaba este artículo ridículo, ya ves, sin ningún motivo. Y también hubo un mensaje del portavoz del Vaticano diciendo que la Iglesia católica había abierto la guerra contra el matrimonio homosexual.
Ahora los gays somos muy malos, generamos huracanes y hacemos que la santa iglesia se esfuerce tanto por terminar con nuestro matrimonio, y mira, con tantos males en el mundo, como la pobreza y las enfermedades, al Papa le preocupa si voy a casarme con alguien del mismo sexo que yo. La paradoja es que dicen que los gays somos promiscuos, ¡pero cuando queremos casarnos nos lo prohíben! ¿Alguien lo entiende? Ahora otra paradoja, Italia es uno de los países más católicos del mundo, seguido de España, estos son los lugares donde hay mayor número de prostitución travesti en el mundo, es decir, es donde hay mayor número de clientes. .
Luego fui al show de Roberto Carlos, y allí vi a Leão Lobo entrando al público, me compadecí de él, venía besándose y besándose por todas partes, pero cuando miré de cerca no era Leão Lobo sino el padre Antônio Maria. Fue sólo una confusión, ambos son afeminados e incluso parecidos.
Nada en contra de los afeminados, yo también soy muy afeminado. Pero luego recordé que el 70% o más de los sacerdotes son afeminados, y que muchos de ellos son abiertamente homosexuales por las noches en los clubes gay. Entonces la iglesia católica hace lo mismo que muchos matones, condenan a cualquiera que haga lo que más les apetece, ser gay.
Ahora lo peor de todo es que muchos de estos sacerdotes son abusadores de niños, y que los casos en el mundo se cuentan por miles. Toda esta paradoja es realmente muy triste. ¿No debería realmente el Papa oponerse al abuso infantil y permitir que los homosexuales se casen en paz?
