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Por la laicidad real del Estado

Un profesor de historia, para explicar qué es un Estado laico, generalmente recurre a la Edad Media para enfatizar la cuestión del poder del Papa y de la Iglesia frente a las cuestiones sociales y políticas en la Europa durante el feudalismo. "En aquella época..." comentan los profesores, "...la Iglesia y el Estado, es decir, el poder político de una determinada sociedad, eran la misma cosa. No había división entre religión y política".

"En aquel momento" nos recuerda y nos da una falsa impresión de que esa injerencia de los líderes religiosos en las cuestiones políticas es algo que quedó en un pasado muy remoto y que nuestra sociedad actual apoya un Estado laico.

Sin embargo, las cosas no son exactamente como lo muestran los libros y folletos utilizados en el aula. Al contrario, es como resultado de una toma generalizada del poder por parte de políticos pseudocristianos que el Presidente de nuestro país bloqueó, por ejemplo, el Kit contra la Homofobia. Prueba de que los conceptos religiosos cristianos siguen plenamente presentes en las decisiones políticas de este país.

Tan pronto como la presidenta asumió el cargo, en un intento de demostrar un estado laico, pidió que retiraran de su cargo el crucifijo y la Biblia. Sin embargo, bastó que el grupo cristiano (evangélico y católico) utilizara un método muy dudoso para que el presidente bloqueara la distribución del infame "kit gay". Es curioso que en estos momentos rivales centenarios –católicos y evangélicos– rápidamente se unan y se olviden incluso de discutir si María, madre de Jesús, era virgen o no.

El hecho es que el Estado brasileño no puede definirse categóricamente como laico. Es así en teoría, pero en la práctica todavía se invocan conceptos judeocristianos para considerar cuestiones políticas, culturales y sociales en este país. No perdamos de vista el discurso pronunciado, por ejemplo, por la diputada Myriam Ríos, invocando su propia fe, para debatir temas de carácter civil.

Precisamente por tales actitudes, el domingo 21 se realizará una marcha para manifestarse por un Estado laico de facto. Esta no es una manifestación contra las religiones, después de todo, todas están reconocidas por la Constitución. Lo que se quiere es que el Estado se base en la Carta Magna del país y no en los libros sagrados, cualesquiera que sean. Además de São Paulo, el día 25 se realizará otra marcha en Río de Janeiro y, según la carroza, Curitiba, Recife y Brasilia también serán escenarios de esta manifestación.

En São Paulo, la Marcha por el Estado Laico se realiza en la Avenida Paulista y el encuentro comienza a las 14 horas, en la Praça do Ciclista (muy cerca de la Rua da Consolação) y continúa hasta el Shopping Pátio Paulista, que se encuentra prácticamente al inicio de la avenida. Así que toma tu bandera, tu paraguas arcoíris. Portan pancartas, silbatos y, sobre todo, llevan el deseo de construir un Brasil diferente, libre de prejuicios, intolerancia, fanatismo religioso y una teocracia retrógrada que beneficia sólo a un sector de la sociedad brasileña, que es, en esencia, de forma plural.

El mensaje está dado...

Beso, beso, beso… Fui…

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