A un estudiante de medicina de 23 años se le impidió donar sangre en Lisboa, Portugal, porque era homosexual.
El joven, cuyo nombre no ha sido revelado, donaba sangre dos veces al año y quedó sorprendido por la actitud discriminatoria de la unidad móvil del Instituto Portugués de Sangre y Trasplantes.
Según la estudiante, en el cuestionario de donación no hay preguntas relacionadas con la sexualidad. Sin embargo, el médico que lo atendió afirmó que “nunca más podría donar sangre porque es homosexual”.
Ante esto, al joven le preguntaron si tenía relaciones sexuales con más de una pareja, aunque él se negó, el médico reiteró que no podía ser donante.
Al intentar explicar que ya había donado sangre en otras ocasiones y que tiene la misma pareja desde hace un año, la doctora volvió a afirmar que “no podía hacer nada”, pues “esas son las reglas”.
El caso fue denunciado por el Bloque de Izquierda, que en 2010 luchó por la aprobación de una resolución que recomendaba al gobierno el fin de las medidas discriminatorias contra homosexuales y bisexuales en los servicios de recogida de sangre.
Según el partido, la denuncia servirá de base para sospechar que no todos los centros de donación de sangre cumplen correctamente la resolución.
