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Pros y contras

Todo tiene un lado bueno y un lado malo, invariablemente. Estar soltero es genial, las citas también lo son. Cada uno de los estados maritales – odio ese término – también tiene su lado malo y esto sólo lo podemos entender cuando pasamos por situaciones así.

He viajado sola, con amigos y con novio. Viajar con tu novio es una delicia para un itinerario de compras, gastronómico y cultural, mientras que con amigos se convierte en un viaje más divertido, con juegos y sexo de principio a fin y solo puede ser una mezcla de ambos y lo mejor es que No tienes que negociar tiempos y lugares con nadie.

¿Cuándo viajamos solos pero estamos saliendo? Ésta es una situación nueva. Puede que incluso veas a un chico coqueteando contigo en el club, pero si la relación es monógama no puedes hacer otra cosa que sonreír. Y si viene a ti y te dice que tiene novio, hay que decirlo al principio, pero si no tiene novio, ¿qué tiene de malo llevarlo al hotel?

Al salir, es posible que nos sorprendamos en el aeropuerto. Sin esperas, el marido puede estar en la terminal de llegadas esperando con flores, chocolate o nada en absoluto, sólo su presencia. Puede que haya ido directamente desde fuera de horario al aeropuerto, pero solo de pensarlo y sorprender a su novio ya vale la pena mencionarlo.

Puede que ni siquiera sepa tu número de vuelo o compañía, pero si realmente quiere reservar se entera. Sorpresas como esta no suceden con ligues, ligues o con alguien que solo quiere aprovechar el hype de su novio, de hecho, incluso con un novio no es muy común y quien se haya sorprendido así es mejor que conserve al chico.

Sin embargo, la insatisfacción es algo que está en el ADN del ser humano. Nunca estás contento con nada y por eso hay que atreverse, ir más allá, experimentar para descubrir qué tan importante es alguien a quien sorprendes así y cuánto lo extrañas y ahí es donde está el peligro, reconquistar a alguien es más complicado que conquistándolos.

Cuando ya se conocen los defectos y cualidades de la persona, entablar una relación es un proceso aún más lento, pues es necesario analizar detenidamente la situación y valorar si está dispuesto o no a revivir parte de todo aquello a lo que aspira. Ahora bien, si realmente hay ganas de seguir viviendo una historia que te hace bien, la conversación y el diálogo son necesarios, no tiene sentido lanzarse directamente al sexo.

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