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¡Puerto Vallarta! De un pueblo en México a un punto de acceso gay global

El antiguo y tranquilo pueblo pesquero de Puerto Vallarta, México, se hizo famoso cuando, en 1963, se hizo público el romance entre Elizabeth Taylor y Richard Burton. Actualmente la ciudad, considerada la meca gay mundial, atrae a gente de todos los rincones del planeta. Es durante las fiestas de fin de año cuando los residentes agradecen a los turistas, que impulsan la economía de la ciudad en aproximadamente un 90%.
 

“Este año tenemos un mayor flujo de turistas, respecto a los tres últimos años”, comenta el responsable del departamento de Marketing de Blue Chairs Resort, Boris Priego. Puerto Vallarta tiene un clima agradable (casi el mismo que el de Brasil), algo que resulta fenomenal para estadounidenses, ingleses y canadienses, “además de que es más barato viajar a México”, destaca el canadiense Cody, visitante de Puerto.

El comercializador Geraldo Rodríguez vino de la Ciudad de México y considera que Puerto Vallarta es el mejor lugar en esta época del año. “El clima es fantástico, la gente es amigable, hombres hermosos exhiben sus cuerpos tonificados todo el día y me siento seguro aquí”, dice.
Los preparativos para recibir a los visitantes comienzan a mediados de noviembre y continúan hasta Semana Santa. Así que aprovecha que se acaba el Carnaval y compra tu entrada, porque si la dejas para último momento corres el riesgo de no conseguir nada.

Es en diciembre cuando hoteles, resorts, bares y discotecas aumentan el número de empleados. “En esta época del año tengo unos 55 empleados”, afirma el empresario Tony Tune. La mayoría de estas empresas ubicadas a la orilla del mar cuentan con un espacio en la arena, por lo que los clientes pueden disfrutar de la comida y bebida servidas por los camareros mientras disfrutan de la playa.

Antes de caer en la noche
Uno de los lugares más conocidos es Playa los Muertos, en la Zona Romántica, el casco antiguo de la ciudad. Aquí es donde se encuentra el bar más popular de Puerto Vallarta, Ritmos Beach Café. El servicio es excelente, hombres guapos pasean por ahí, además de una rica quesadilla de camarones y un buen plato de piñacolada. El mejor horario es desde el mediodía hasta las cinco de la tarde.

Pasadas las cinco, ve a darte una ducha y prepárate, porque la noche apenas comienza. Antes de lanzarte a la pista de baile, merece la pena invertir en una cena en uno de los lugares con más encanto de la ciudad: el River Café. El restaurante, ubicado en una isla del municipio, celebró su 16º aniversario y ha aumentado un 30% el número de empleados desde su apertura. Los datos son del propietario Margarito Larios.

Dentro del restaurante se puede escuchar el sonido de las aguas del río Cuale. ¿Qué pedir? ¿Qué tal una rica y tradicional sopa de tortilla con Epazote, queso ranchero y crema, y ​​como plato principal, pollo a la portobello? Más adelante (en la misma isla) está el Café Bolero, más sencillo, pero con una carta deliciosa. Pero si prefieres la comida mexicana, prueba una deliciosa salsa molcajeteada, recién preparada, junto a tu mesa, en Margarita Grill, un lugar tranquilo, sencillo y agradable.

 

¿Qué ponerse?
Recuerda que estamos hablando de una ciudad sencilla y cálida, si sabes a qué me refiero. Por eso, unos pantalones cortos y una camiseta son una buena opción (pero ojo, los pantalones cortos de gimnasia no valen, así que ten un poco de cuidado). Arriésgate con unos bonitos vaqueros y un polo. No empaques tu maleta con demasiadas prendas de ropa, ya que el mercado fotovoltaico no es tan caro y hay estilos interesantes.

Por la noche todos los gatos son marrones.
La fiesta no empieza a calentarse hasta pasada la una de la madrugada. ¿Local? CC Masacre. Amplio espacio con dos barras, además de pista de baile. La arquitectura no es la mejor, no tiene acústica, pero aun así vale la pena. Intenta comprar tu entrada antes de que empiece la fiesta para evitar colas.

Invitación en el bolsillo, “ve a La Noche a tomar unas copas, luego pasa por Antropología para ver a hombres hermosos bailando”, la recomendación proviene de la pareja Tyler y Shawn, quienes están presentes en Puerto Vallarta desde hace siete años. O si lo prefieres, acércate a The Palm, donde hay espectáculos de drag locales e internacionales. El lugar es pequeño e ideal para reírse un poco. Luego regrese a la pista CC Slaughter, que está abierta hasta las 6 am.

Ojos abiertos
Si eres del tipo que le encanta ligar con una prostituta, ¡ten cuidado! Hay muchos, pero presta especial atención a los objetos que pueden ser robados. Ellos (los chicos) no cometen errores. También hay que tener cuidado con los agentes de policía, dicen algunos turistas, que piden dinero a altas horas de la noche en la calle, cuando deciden detener a alguien para registrarlo.

 

¿Donde quedar?
Una buena opción son los condominios o apartamentos privados, con dormitorios, sala, cocina y baño. De esta forma podrás reunir un grupo de amigos y hacer una fiesta. Hay un complejo de departamentos, Loma Del Mar, un lugar seguro, tranquilo y cómodo (no es 5 estrellas), pero vale la pena. También existen hoteles dedicados al público gay, de hecho, no faltan este tipo de emprendimientos. Si optas por uno de estos, el Blue Chairs Resort es una buena opción. Se encuentra a orillas del mar y de bares, además de ofrecer unas fantásticas vistas.

Puerto Vallarta esconde un secreto. El de atraer cada fin de año a miles de personas para celebrar la vida y la diversidad. Y demuestra que el turismo dirigido al público gay es clave para el crecimiento económico de esa ciudad, que depende de esos ingresos para superar la crisis global.

*Artículo publicado originalmente en la revista A Capa #53

 

 

 

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