Considerado el baile más atractivo de todos los ritmos, el tango conquista no sólo su elegancia sino también la habilidad de las piernas de sus bailarines, a menudo formados por parejas de hombres y mujeres.
Fue con el fin de romper con este patrón sexista que el Campeonato Mundial de Tango, en Buenos Aires, pasó a admitir parejas del mismo sexo. Como es el caso de los bailarines Juan Pabro Ramírez, de 34 años, y su pareja, Daniel Arroyo, de 18.
“Para bailar tango se necesitan dos, pero no necesariamente tienen que ser de distinto sexo. Nuestro objetivo es que la gente con solo vernos se dé cuenta: '¡qué bueno es bailar!'”, dijo Ramírez.
Otra pareja gay que participó fueron los argentinos Claudio Siufe y Esteban Mion. La pareja no se dejó intimidar y brilló en la pista, con tacones altos usados por Mion.
En dos semanas de competición, las parejas compiten por un premio en metálico y un viaje a París, donde participan en otra gran actuación.
