Según una investigación de la Universidad de Pittsburgh publicada en la revista La Academia Americana de Pediatría, los adolescentes transgénero en los Estados Unidos corren un mayor riesgo de pensar o intentar suicidarse que los adolescentes cisgénero.
La encuesta revela que el 50,3% de los encuestados trans ha intentado suicidarse, mientras que el 23,4% de los encuestados que se declaran tanto cisgénero como heterosexual respondieron que han intentado suicidarse.
Los pensamientos suicidas han pasado o están pasando por la mente del 84,8% de las personas trans –y el 72,5% dijo haber planeado un intento de quitarse la vida–.
Los adolescentes trans que han intentado suicidarse tienen cuatro veces más probabilidades de necesitar atención médica después del intento que los adolescentes heterosexuales y cis.
Según el Dr. Michael Marshal, coautor de la encuesta, uno de los “problemas clave” que enfrentan estos jóvenes es considerar que otras personas pueden deslegitimar su identidad al decir que declararse transgénero no es algo bueno:
“Cuando las identidades están ocultas, es fácil que otras personas las discriminen. Esto causa mucho dolor y sufrimiento”.
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