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Descubra los peligros de mezclar éxtasis con medicamentos para la impotencia

"Logré tener relaciones sexuales durante horas seguidas y cualquier contacto me excitaba mucho. Fue una explosión de excitación". El reportaje del publicista Ricardo* podría ser la envidia de muchos hombres que, en busca de sexo sin límites, sueñan con convertirse en "guerreros sexuales". Sin embargo, esta maratón de placer excesivo no era una habilidad natural de Ricardo, sino una delicada -y dañina- mezcla conocida como sextasy.

La práctica, que despierta cada vez más la curiosidad de los jóvenes, es una mezcla de éxtasis con medicamentos para la impotencia sexual, como Viagra y Levitra. "Existe una falsa percepción de que la mayoría de las personas son interesantes y atractivas, altera la percepción visual, aumenta enormemente la libido y favorece una erección muy duradera y un rendimiento sexual extremadamente mejorado", informa Celso Marzano, urólogo, sexólogo y terapeuta sexual.

Sin embargo, el mito de ser un superhéroe sexual hace que los hombres no evalúen sus riesgos. "Con estas mezclas, el hombre podrá realizar esfuerzos más allá de su capacidad física y cardiovascular. Esto sobrecarga el corazón y puede provocar taquicardia, arritmia e incluso infarto de miocardio", afirma Marzano.

El milagro azul
Viagra es considerado el hacedor de milagros para los hombres que sufren problemas de impotencia. "Para que los medicamentos (como el Viagra) funcionen, es necesario que haya deseo sexual y estimulación por parte de la pareja. Es un facilitador de la erección, no un inductor de la erección", afirma el sexólogo. Pero el placer inducido tiene su lado peligroso.

"Existen efectos secundarios recurrentes entre los usuarios de medicamentos para la erección, como dolor de cabeza, malestar gástrico, enrojecimiento de la cara y el tronco, descenso de la presión arterial y, en ocasiones, confusión en el reconocimiento de algunos colores. Por lo tanto, está contraindicado para algunos pacientes con enfermedades cardíacas. que utilizan cierto tipo de vasodilatadores", afirma. Incluso se han informado casos de muerte relacionados con la droga.

Cuando se usa en exceso, las consecuencias pueden ser peores. "El uso recreativo, es decir, por parte de hombres que no lo necesitan porque tienen una respuesta sexual normal, está contraindicado por los médicos. Su uso continuado conducirá a una dependencia emocional (un muleta psicológica) por el temor de que sin su efecto el hombre será débil sexualmente", explica Marzano. “Después de la primera vez que lo usé, por curiosidad, siempre pienso que sin él el sexo ya no es lo mismo”, comenta Ricardo.

me encanta la droga
Si los medicamentos por sí solos pueden ser desastrosos, cuando se combinan con éxtasis los problemas pueden aumentar. La droga, muy consumida en discotecas y considerada "la droga del amor", provoca cambios en el tacto, lo que fomenta el deseo de contacto físico entre los usuarios. Este deseo, mezclado con drogas para la impotencia, da lugar al "sextasy", la "bomba sexual". Sin embargo, la ingestión de éxtasis puede provocar taquicardia, deshidratación, temperatura corporal elevada, dependencia y depresión.

También hay casos en los que un hombre que toma "sextasy" termina su noche en el hospital con priapismo, una erección dolorosa que no desaparece. “Los encuentros sexuales que se desarrollan de esta manera tienen una alta probabilidad de resultar insatisfactorios para uno o ambos miembros de la pareja”, concluye Marzano.

*Los nombres han sido cambiados a petición de los entrevistados.
**Artículo publicado originalmente en el número 36 de la revista A Capa.

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