El Ministerio Público Federal (MPF) abordó este miércoles (3) los delitos de homofobia y transfobia, durante un debate en la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de la Cámara de Diputados, en Brasilia.
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Entre los planteamientos estuvo la equiparación o incorporación del delito LGBTfóbico en la Ley 7.716/1989, que habla de sanción contra la discriminación racial. En otras palabras, la homofobia se convierte en un delito imprescriptible y no sujeta a fianza.
El fiscal federal de Derechos Ciudadanos, Aurelio Veiga Ríos (foto abajo), defendió -como lo hizo anteriormente el Procurador General de la República- Rodrigo Janot – la importancia de utilizar la Ley de Racismo en la persecución de delitos de discriminación motivados por identidad de género u orientación sexual.
Según él, la norma constitucional repudia todo tipo de discriminación, independientemente de que sea contra la orientación sexual, religiosa o de color. Y llamó la atención sobre la gran cantidad de casos de racismo archivados, por la falta de estándares específicos para interpretar tales delitos. “Los delitos terminan en acuerdos como el de ofrecer canastas básicas”.
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el diputado Erika Kokay (imagen de arriba) declaró que es necesario tipificar la homofobia como un delito, en la misma línea que el racismo. "No puedo decir que el racismo merezca una calificación penal grave -siendo imprescriptible y no fiable- y la homofobia merezca otro tratamiento, como si fuera un delito menos grave. Son delitos con el mismo ADN", afirmó.
Según Erika, se ha producido un retroceso importante en la lucha por la libertad tras el crecimiento del "grupo ruralista y del discurso fundamentalista". "El primer paso para cambiar esta situación es criminalizar la homofobia y crear una cultura a favor de la libertad de expresión sexual".
