El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó esta semana que los homosexuales que viven en países que no permiten el matrimonio homosexual tendrán los mismos beneficios laborales que los heterosexuales casados.
La medida, sin embargo, tiene competencia parcial. Sólo siete países europeos estarán obligados a cumplir la medida. Irlanda, por ejemplo, cuya población es extremadamente conservadora, debe seguir la nueva medida.
Quedarán fuera de la nueva ley las parejas de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Croacia, Grecia, Malta y Chipre, además de Italia. Sin embargo, en estos casos ya se están produciendo debates en torno al reconocimiento de las uniones homosexuales.
"En Polonia, hubo dos propuestas en el Parlamento que fueron revocadas. Hay debates en Estonia, Letonia, Lituania y Eslovaquia. Los griegos fueron recientemente condenados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos porque introdujeron (legislación) alternativa al matrimonio, pero sólo para los heterosexuales", declaró Juris Lavrikovs, portavoz de la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas.
Según Lavrikovs, es "cuestión de tiempo" que estos países empiecen a aplicar medidas que beneficien a la comunidad LGBT y se vuelvan iguales al resto.