La homofobia es un crimen y no podemos tolerarlo.
Un reciente episodio ocurrido en un bar y restaurante en Guarulhos (SP) es un ejemplo de ello. Según información del feno, el establecimiento fue condenado a pagar R$ 25 a un cliente que denunció haber sido víctima de homofobia por parte de los guardias de seguridad del establecimiento.
La lamentable escena se produce cuando los profesionales pidieron al cliente que se abrochara la camisa para cumplir con las normas del bar. El cliente se negó y fue entonces cuando los guardias de seguridad lo atacaron con insultos homofóbicos.
“Nada justificaría el ataque y la falta de respeto perpetrados por los representantes de la casa que, con la intención de humillarlo y menospreciarlo, utilizaron, con un sesgo evidentemente peyorativo, elementos sensibles de su libre orientación sexual”, escribió el juez Artur Pessôa de Melo Morais. , del 5º Juzgado Civil de Guarulhos.
