in

llamada de socorro

Sí, sus pechos… No, no, empezaré por la sonrisa. Ah, esa sonrisa. Él es quien me mata, él es quien me conquistó... Sí, empezaré por la sonrisa.

Vaya, ya estoy mojada... Sólo de recordar su sonrisa cuando nos conocimos. Ahí fue donde lo descubrí. Vaya, sí, estaba ahí.

La boca... La boca y el beso... Que bien besa, lo mejor de mi vida. Ella sabe cómo usar esa boca. Sabe cuándo ser tierno o agresivo. La última vez, en su casa, me volvió loco con solo besarme. Ah, la forma en que lame mis labios, lentamente, mostrando lo que va a hacer con mi clítoris... Ah...

Ahora, los pechos… Llenos, hermosos. Chupo con gusto, mientras la escucho gemir y sostener mi cabeza. Me estoy empapando cada vez más. La recuerdo rozando sus pezones contra los míos, y luego, con su maravillosa boca, mordisqueando mis pezones, jugando con su lengua... Su lengua... La toca ligeramente, como hago ahora con mis dedos, y lame, y juega... Hmm, eso es bueno...

Quiero que me la chupe. Así es, me la voy a imaginar chupándome, metiéndome la lengua, lamiendome por todos lados, mordisqueando mi gran culo...

Creo que me voy a dar vuelta boca abajo... Sí, boca abajo. Me voy a imaginar sentado en esa boca... Eso es... De esa manera puedo moverme como lo haría si estuviera sentado en su boca. Vaya, estoy muy mojada. Ella me chupa por todas partes, puedo sentir su lengua...
Eso me da asco… Que rico…

Oh, casi me estoy acabando... No quiero todavía, se siente tan bien... Me voy a dar vuelta sobre mi espalda. Como la quería aquí, la extraño…

Vaya, estoy loca... Voy a coger el consolador, imagínala follándome con el strap puesto.

Sí, vaya, come muy bien, con delicadeza pero con firmeza. Mmmm, es tan bueno...

Ya casi me corro... esto... me come, mi amor... Me voy a correr, penetrándome, tocándome, con sólo recordarte... cómeme, cómeme...

Cómeme… ¡me voy a correr!

!!!

Te extraño... Vuelve pronto...

______________________________________________________________

Vaya, la extraño mucho. Y aquí estoy, trabajando, en esta habitación de hotel. Bolsa.

Cómo la amo... Y cómo la deseo... Sólo pensar en ella me pone cachondo. ¿Qué me importa? No, no, ya es demasiado tarde. Creo que tendré que valerme por mi mismo...

Vaya, me ha venido a la mente la imagen de ella desnuda... Pelo pequeño, largo, rubio, pechos pequeños, que se ajustan perfectamente a mi mano y resaltan cuando usa esas hermosas blusas, sin sostén... Que cachondas estas. las blusas me hacen… Los hombros… ¿qué hombros son esos? ¿Y las patas, que me abrazan con fuerza cuando lo como? Mmm…

Voy a estar desnuda... ya estoy empapada. Ojalá pudiera llamarla y decirle esto... pero no, mañana se lo cuento todo, detalladamente...

¿Y cuando frota sus pechos contra los míos y luego los chupa con placer? Sostengo su cabeza con fuerza, para que chupe cada vez más. Pero también le muerdo los pezones, los chupo, juego con mis manos, mi lengua... sé que así le gusta a ella...

Sí, me voy a imaginar chupándola... Ella sentada encima de mí, meneándose, mientras le meto la lengua. Me voy a tocar mientras lo pienso... Ya está, sacúdela, mi belleza...

Me gusta recordar como me gusta follarla... Se siente muy bien, está deliciosa... La forma en que gime, la forma en que me atrae hacia ella, pidiendo más... Me excita absurdamente. . Estoy loca y lista para dárselo ahora mismo, como ella quiera...

Hmm... Me la voy a imaginar comiéndome a cuatro patas... Mientras yo trasteo con la parrilla, ella me come con el strap puesto... Ya está. Voy a darme vuelta sobre mi estómago y rodar, como lo haría por ella...

Ay, cómeme, bella mía... Cómeme... Me voy a correr aquí, lejos, pensando en ti... Cómeme...

Estoy disfrutando...

Sí, necesito volver pronto...

Diván: Clínica para gays

“Me gustan los hombres”, dice la hija de Dias Gomes